El sueño jamás soñado 2
Fecha: 04/02/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Tati se dio vuelta y puso el culo contra mis genitales. ¿Y ahora? “Abrazame” me dijo.
Lo hice y… ella ya estaba dormida. Luego supe que esa posición tan linda con una mujer se llamaba “cucharita”.
No sé cuánto tiempo dormimos. Yo desperté primero. Había menos cerveza en mi sangre. Tati siguió bastante más, pero yo tenía terror que nos sorprendieran. ¡Ni quiero pensar en el escándalo! Sobre todo para Tati que era la mayor.
Además no quería moverme, para no despertarla. Pensaba que cuando se despertara se le habría ido el efecto del alcohol y vaya a saber que me diría al verme así, desnudo, contra ella y abrazándola. No sé si podría explicar que no fue mi culpa…
Cuando despertó se movió, se dio vuelta retirando mis brazos y los suyos del abrazo y me besó el rostro. Seguíamos desnudos, un cuerpo contra el otro, como al principio.
-¿Sabés una cosa Dany? Quiero que lo sepas. – Sentía su respiración en mi oído. – Yo estaba bastante borracha…, pero cuando sentí el aroma de tu cuerpo me di cuenta que no eras mi novio, sino que eras vos, sólo vos, y cuando lo hacíamos cada vez tomaba más conciencia que lo hacía porque me gustaba estar con vos. ¡Sos increíblemente dulce y seductor! ¡Y me encantó tu asombro! ¡Y me gustó mucho, muchísimo! ¡A vos te gustó?
-¡CLARO!
-No grités, despacito, decímelo despacito, al oído.
-Si Tati, me gustó mucho… ¡Te adoro! ¡Sos… una barbaridad!
-¡Jajaja! No habrás tenido muchas con quien comparar, por eso te parece así.
-No Tati. Lo digo en ...
... serio. Sigo…, sigo… ¿cómo decir? emocionado, por estar con vos, de tu belleza, ¡eres hermosísima! ¡Y muy dulce! Y tenés un aroma… ¡Ahhh, no sé qué decir, no puedo encontrar palabras!
-Bueno, la pasamos bárbaro, ¿no?. Mejor que nos vistamos. Por ahí la suerte se acaba.
Nos levantamos y nos vestimos.
-¡Uy dio! ¡Cómo chorrea! ¿Qué tenés en esos huevotes, nene? ¡Jajaja! No me pondré la bombacha. ¡La usaré para secar el estropicio qué hiciste!
Y se recorrió las piernas, la pelvis y el culo mientras me miraba y se reía.
-¡Esto tendrías que hacerlo vos, que sos el culpable derrochador de semen!
-Perdoná, ¡vos también largaste buena cantidad de jugos!
-¡Jajaja! ¡Pícaro!
Tati tomó las cartas que estaban en el pupitre. No las metió en el bolsillo de la pollera. Las tenía en la mano, bien visible. Si alguien nos veía salir, sabría que estuvimos “jugando a las cartas”. El resto del día, sin problemas ni novedades.
Cenamos como siempre. Tati bien, lejos de mí, conversando con los primos mayores. Inmediatamente noté algo: Tati estaba contenta, feliz, eso me pareció. Me puse muy contento. Sentía que era gracias a mí. Tal vez exageraba, pero me sentía bien.
Fuimos a dormir, como siempre, en el “dormitorio” asignado a cada familia. Todo bien. A la mañana siguiente me levanté como siempre, y fui hacia la cocina a tomar el desayuno que me preparaba mi abuela.
No estaba ella. Estaba la cocinera, quien generalmente venia alrededor de las 10 de la mañana…, y una riquísima nena, más o ...