La aspirante a recepcionista de la compañía: Elizabeth
Fecha: 04/01/2018,
Categorías:
Primera Vez
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... admirar a alguna chica, pues Rivas siempre fue conocido como un don Juan y yo lo conocía desde que llegué a trabajar como recluta de gerente para esta compañía, pues él había sido mi mentor por decirlo. Teníamos mucha confianza, pero aquello de entrevistar a futuros empleados no me correspondía a mí, así que intuí que se trataba de alguna belleza. Le dije que la enviara a mi oficina en 20 minutos y así lo hizo dándome el detalle que se trataba de una aspirante a recepcionista principal del lugar. Por consiguiente también pensé que se trataba de la chica que había conocido con el nombre de Beth horas antes y aquello me llenó de morbo, al pensar que volvería a ver a la chica con esa sexi figura y sus diminutos calzones color fucsia.
Al entrar a mi oficina, me da esa juvenil sonrisa que hoy la hace con una mueca de sorprendida. Rivas me la presenta y yo enfatizo que ya tuve la grata oportunidad de haberla conocido. Mi colega se retira y me da también esa mirada de sorprendido. Beth se ha sentado con sus piernas sensualmente cruzadas y puedo percatarme que se siente en algo incomoda. Le pregunto:
—¿Todo bien Beth?
—¡Que pena señor Zena! Realmente un poco apenada por lo que pasó… no me deja en algo sentirme incomoda ante usted.
—No te preocupes, no eres la primera ni serás la última a que le pase algo así. –Yo me sonrío con ella.
Comenzando la plática con Beth estaba, cuando Rivas me llama esta vez por la bocina del teléfono. Regularmente nos comunicamos en ...
... ingles, pero cuando estamos haciendo estas movidas, aunque no ilegales, pero no serias para la compañía que representamos, hoy me comunico en español con Rivas, aunque él si tiene un marcado acento con el leguaje de Cervantes.
—¿Ya la conocías?
—Si, hasta se de que color son los calzones que lleva puestos.
—¿A poco ya se los bajaste?
—Bueno, hay luego te cuento.
Beth me espera con su dulce sonrisa, pero ahora veo que la ha cambiado de aquella que parecía tímida y llena de pena, a la juvenil y picaresca de una joven de su edad, la cual estimaba en los primeros veinte. Hablamos alrededor de unos 20 minutos de muchas cosas: supe que estudiaba en la noche mercadeo, que acababa de cumplir 20 años, que no tenía mucha experiencia en aquello de contestar múltiples llamadas y se definía como un aprendiz muy eficaz. Yo por mi parte le hice saber que estaba en mis últimos días con la compañía, que había decidido retirarme a temprana edad, y fue aquello lo que originó a que cuestionara mi edad.
—¡Perdón por mi curiosidad! Usted me parece muy joven para usar ese término de “retiro”. ¿Y qué edad tiene?
—Mira, este próximo viernes estaré cumpliendo 45.
—Pues le parecerá como un cumplido, pero no parece de 45. Mi padre tiene 50 años, pero él si los demuestra, pues obvio, su trabajo ha sido más físico y todavía no habla de retiro alguno.
—Mira, yo tengo 23 años trabajando para esta empresa, desde que obtuve mi primera licenciatura y fue mi meta el retirarme a los 45. En ...