A mis 11 años, manoseado por el Padre Osvaldo (60 años)
Fecha: 05/01/2018,
Categorías:
Gays
Autor: natzareno, Fuente: SexoSinTabues
... agarró un jabón y comenzó a enjabonarme la espalda y los hombros. “-¿Te gusta cómo te masajea el agua?” me preguntó el anciano. “-Si…” contesté tímidamente porque no entendía del todo cómo llegué a estar desnudo y sentado en ese jacuzzi, con un anciano sentado detrás de mí, que me estaba pasando un jabón por todo el cuerpo. Me sentía realmente superado por la situación, es como que no quería que el anciano me bañe como si fuera un niño pequeño. Pero, a su vez, el respeto que le tenía me impedía contradecirlo. El anciano me pasaba el jabón con su mano derecha, con la misma me enjabonaba todo el cuerpo. Con su mano izquierda, aunque no veía lo que hacía, podía sentir que se tocaba su pene y que hacía movimientos que no lograba entender del todo. Por momentos sentía que algo me rozaba la nuca, pensaba que era su mano izquierda… “-Hijo, ponte de pie” me dijo entre suspiros el señor Osvaldo. Accedí a su pedido sin decir nada, me puse de pie, todavía de espaldas a él que seguía sentado en el borde de la pileta del jacuzzi. El padre Osvaldo me tomó de la cadera y acercó mi trasero hacia él. Quedando yo parado entre sus piernas, con su pene a la altura de mi pálido y lampiño traserito de 11 años. “-Tienes un hermoso cuerpito, deja que te termino de pasar el jabón” me dijo agitado porque se seguía tocando el pene con su mano izquierda. “Abre un poco más las piernas, Belleza” me dijo y comenzó a pasarme el jabón por mi culito, y por debajo de mis piernas, su rasposa mano rozaba ...
... con mi piel suave. A mí, no me gustó que me diga “belleza”, pero algo en mí me decía que me deje llevar por el momento. Habían pasado unos 15 minutos entre que llegué a casa de don Osvaldo y el momento en que Osvaldo me “enjabonaba” mi suave y lampiña sexualidad. No me di cuenta cuando Osvaldo dejó el jabón y comenzó a tocarme todo el cuerpo con su mano. Era como si me acariciara por todos lados, mis hombros, mis brazos, mi espalda, mi cadera y mis piernas. Por momentos sentía cómo me manoseaba mi culito. Yo no sabía qué hacer, si quedarme o salir corriendo, mi mente me decía “que me deje estar, que algo interesante pasaría”. Sentí el momento en que un líquido tibio hizo contacto por detrás de mis piernas. Osvaldo rápidamente tomó agua de la pileta con sus manos y me limpió antes de que yo mire lo que me había caído. Era el semen de Osvaldo que se había terminado de masturbar y me había lanzado su esperma en mis pequeñas piernas de niño de 11 años. “-Bien querido, ya estás muy limpio” ahora vístete. El anciano se puso de pie, y me dio una toalla que había colgada en la pared. Él también se vistió rápido. Ni bien terminamos de vestirnos, sonó el timbre. Era otro niño que también venía a la clase de catequesis. “-Cuando terminemos la clase, te llevaré al club para que vayas por tu abrigo” me dijo el sacerdote antes de salir del baño. En la clase de catequesis éramos unos 25 niños, todos comenzaron a llegar sobre la hora. El único que llegó temprano (por no decir que demasiado ...