Soy una puta desenfrenada
Fecha: 07/01/2018,
Categorías:
Gays
Autor: María de la Luz, Fuente: CuentoRelatos
... la bata sin nada abajo y me fui a la cocina a hacerle algo. Él se quedó en la cama. Le llevé la cena a la cama, creo que en fondo se lo merecía, por el placer que me había dado. Me había hecho sentir joven de nuevo. Después de cenar, volvimos a las caricias y me hizo el amor de nuevo, ahora me cogió al estilo perruno y de pie (por primera vez estuve ensartada con un hombre de pie, abrazándolo con las piernas y subiendo y bajando por su palo), agréguenle otros dos orgasmos.
Cuando me estaba cogiendo en la posición canina, me preguntó si yo cogía por el culo, le dije que mi marido nunca le había gustado por allí, “ahora lo vas a probar -me dijo Raúl- Donde tiene cremita?” me preguntó. Yo le señalé una mesa, él tomó un tarro de crema para manos y se embadurnó su erecta y gorda verga, luego hizo lo mismo con mi orificio. Yo tenía miedo que me lastimara.
Me la fue metiendo poco a poco, mientras me la deslizaba en mi orto, me fue diciendo lo que tenía que hacer, me dijo que me relajara, que no hiciera fuerzas, que no gritara mucho, por fin después de varios minutos de lucha, me la tenía insertada en mi recto. Me dolió un poco, pero no le dije nada, el comenzó a pajearme su verga en mi ...
... culo abierto. Increíblemente, del dolor pasé al placer rápidamente. Más tarde, sus embestidas eran similares como cuando me cogía por la raja, lo oí gemir estruendosamente y venirse en mi recto, sentí como su esperma caliente se derramaba en mi culo. Debo decir que no alcancé el orgasmo esa primera vez, pero si gocé por unos minutos su verga en mi orto.
Así empezó mi vida sexual después de los 46, siendo viuda. Es fácil imaginar que Raúl se volvió mi amante en los dos meses que duró su estancia por aquí. Me hizo sentir deseada y amada. A pesar de que yo sabía que era un mujeriego y que tendría sin duda otra u otras mujeres en otro lado.
Luego de Raúl vinieron más hombres, algunos jóvenes como Julio Rafael, que trabajaba en una empresa que distribuye productos para el hogar, que inclusive me propuso matrimonio a los cuatro meses de estar conmigo, pero eso ya no era para mí. Eso lo partió y se fue de mi vida como llegó.
Los días jueves, yo frecuentaba un bar para solteros. Allí también ligué con varios hombres, que me llevaban a un motel o a sus apartamentos, incluso llegué a tener un encuentro con dos hombres a la vez, eso fue sexo en exceso.
Ahora soy una puta desenfrenada.