Los blanquísimos jamones 9 - Relatos Eróticos

Los blanquísimos jamones 9

... ambas, apoyando mis manos en las respectivas tetas: una la derecha, otra la izquierda. ¡Ambas eran divinas!
-¡Oigan chicas! ¿Ustedes se complotaron para dejarme sin fuerza! Ni el lunes voy a poder ir a trabajar!
-¡Jajaja! - Los tres reíamos.
-¡Te daremos “algo de tiempo” para que te repongas! 
-Si así lo quieren estaré muy dispuesto…, pero quiero que empiecen ustedes porque me imagino que saben muchos juegos… ¿ no? – Quería ver cogiendo a las chicas…
-¡Jajaja! Turrito… ¡sos un mirón! – Esa era mi nena…
-¡Sí! ¡Somos maestras! – Yoli lo acentuó. – ¡Lo venimos practicando hace rato!
-Bueno…, denle… mientras miro.
-¡Nooo! ¡Queremos que te sumes!
-Si…, lo haré…, cuando las encuentre bien acomodadas…
-¡Jajaja! - Todo eran risas.
Las “nenas” se desnudaron mutuamente. Me senté a mirar. Empezaron con besos y chupadas. ¡Era una gloria ver desnudas a estas dos leonas! Yo estaba empaladísimo. No pude aguantar más. Me paré y fui quitando mí ropa. Se pusieron en un 69 con Yoli arriba. ¡Todo su culo recontra expuesto ofreciéndose! Me acerqué a ellas. Me acomodé tras el culo de Yolanda. Me agarré la pija y la acerqué a la boca de Araceli. Me lamió el glande. Un poquito a mí y otro poquito a la mamá. Luego me fui “para el orto”. En este caso literalmente. Araceli me miraba desde abajo, mientras le chupaba la concha a su madre.  Sonrió cuando adivinó mi intento. Le escupí el culo a Yoli, y se lo chupé bien, dejando toda la saliva posible con mi lengua y mis labios. Le introduje un ...

... dedo y se acomodó. No se movía demasiado para no sacar la concha de la boca de su hija. Apunté al ano con el glande y comencé a empujar. ¡Facilísimo! Varias docenas de porongas deben haber entrado por ese hoyo. 
-¡Ay! ¡Así! ¡Así! – Yolanda gozaba a dos puntas.
Sin problemas. Perfecto. Yoli tuvo un orgasmo en la boquita de Araceli, antes de que comenzara a bombear.
-¡Estoy recaliente! Te llenaré el culo. – Palpitaba la pija dentro de su culo.
-¡Dale, dale! - Gritaba desde la concha de su hija. - ¡Esto es un polvito mañanero!
-¡¿Qué polvito?! ¡Esto es un polvaso! – Araceli contestaba desde la concha de su madre. - ¡Mirá como te ensartó el orto!
-¡Vaaaaaa! – La llené. ¡Ni tres minutos habían pasado! Demasiado pronto, desgraciadamente. Ner a las dos hembras en ese espectacular 69, y la lambeteada de Ari me habían puesto a mil.
-Quedate quieta, mami. – Araceli estaba atenta. - ¡Cuando Dani te la saque yo chuparé la lechita!
Cuando la retiré, el semen corría por perineo hacia la boca de Araceli. Chupaba la concha de Yoli mientras tragaba mi semen. ¡La nena es múltiple!
Araceli se sacudió y acabó en la boca de su madre.
-¡Uy dio, nena, qué rico! – Yolanda estaba doblemente contenta. ¡Semen en su culo y flujo en su boca!
-Ahora es el problema. ¡Voy a tener que recuperarme!
-¡Nooo! ¡Tengo las pildoritas! - Araceli tenía todo preparado.
Me dio dos.
-¡En 20 minutos estoy listo!
-¿Y mientras…?
-¡Pues se las chupo!
	Araceli rápidamente se acostó boca arriba. Me coloqué ...