Los blanquísimos jamones 9 - Relatos Eróticos

Los blanquísimos jamones 9

... entre sus piernas, me arrodillé y las puse sobre mis hombros.
Fui bajando con mis besos por sus muslos hasta llegar al túnel del amor. Con las manos sostenía sus glúteos empujándolos contra mí.
-¡Mmmmmmmm! – Ari gemía tan lindo…
Besé y lamí los labios y llegué a su clítoris. ¡Una maravillosa chupada! Estaba húmeda por los jugos de Yolanda. Lamí hasta el fondo, con la lengua hurgando entre sus pliegues. 
Yoli se había levantado y se colocó tras mío… ¡Me chupaba el culo! No quería perder nada. 
Cuando la nena acabó, luego de tragarme todo lo posible, les pedí que cambiaran de lugar. 
Yoli se acostó en el borde de la cama, colgando sus piernas. Araceli se sentó sobre su cara. 
Puse las piernas también sobre mis hombros. Me rodeó el cuello con las mismas. ¡No quería que escapara! La concha de la mamá era brutal. Seguro me entraría todo el brazo. Por el momento no lo intenté. Pasé la lengua por los labios, de arriba abajo y viceversa, abriéndolos con dos dedos. Con los labios -de mi boca-, tiré de los labios mayores de la súper concha de Yoli.. ¡Riquísimos! Chupé el clítoris, cuando me aprieta la cabeza con las piernas, contra ella. 
También sus “mmmmmmmm” me excitan. Vuelvo a hurgar la tremenda concha, con lengua, nariz…, y prácticamente meto la pera… Yoli gime y se agita…
-¡Aaaaahhhhh! - Vino el primero. Me inunda la cara y el squirt me moja hasta el pelo. ¡Genial! ¡Es divino sentir todo ese líquido! ¡Y además Yoli chupaba la concha de su hija! ¡Estaba en todo! ¡Qué ...

... mujer!
Era el momento de dedicarme más explícitamente a Araceli. No quería que se sintiera segundona. Nos colocamos de rodillas frente a frente sobre la cama. Los rosados pezones estaban súper duros. Los chupé, primero suavemente. Los besé, y terminé tirando con mis labios mientras con una mano estrujaba la otra teta.
-¡Ey! ¡No me olviden!
-No. Por supuesto. – Estaba pensando qué hacer con la mamá. – Acóstate, mi amor.
Ari abrió sus piernas. Me tomó la pija con la mano y la guió para acariciar sus labios mayores, recorriendo el perímetro de la concha, deteniendo la pija con el glande sobre el clítoris. Se lo acarició bien, hasta que el capullo mostró el rosado interior. 
-¡Aaahhh, qué rico! – Yo estaba temblando. ¡No quería acabar tan pronto!
Le digo a Yoli que se monte en el vientre de Ari, apoyándose en las rodillas, dándome la espalda. 
-Agáchate sobre Ari.  
Eso hace. Le meto el pulgar en el culo. Ningún problema. Al mismo tiempo, como un súper macho, voy penetrando a Ari, que gime encantada. 
No veo su cara. La visión la tapa Yoli, quien me ofrece la visión de su maravilloso culo. Mientras bombeo dentro de Ari, introduzco el puño en la concha de Yoli.
-¡Qué lindo, papito! - Y sacando el pulgar, sostengo su cadera derecha, y le devuelvo la gentileza al chuparle el culo.
-¡Eso sí que es rico!
-¡Y sabroso! - Le digo yo…
Yoli se tiró sobre la cara de Ari para que esta chupara las tetas. Todo con la boca y el sexo ocupado. ¡Y por partida doble!!!
Ante el peligro de ...