1. Los blanquísimos jamones 8


    Fecha: 15/03/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... arriba. Yo hacia abajo. Los dos gemíamos de placer. Es tan lindo coger con ella… y si la tenía en casa podríamos hacerlo todo los días, no una sino más veces…, por lo menos antes de dormir y cuando nos despertáramos. Me ocuparía de que termine la facu y… después, si ella todavía está conmigo…, trataremos de tener hijos.
    Siempre que yo pudiera. Tendría algunos años más…
    Araceli rápidamente tuvo un orgasmo. Eso me gustaba. Además de muchas otras cosas, la facilidad con que acababa en cualquier posición. ¡Siempre estaba súper caliente!
    Me arrodillé entre sus piernas. Le puse las manos bajo los cachetes del culo y la levanté. Ella me ayudó apoyando sus talones. Me agaché y lamí desde el ojete hasta la concha varias veces. Metí la puntita de la lengua en el ano y empuje hacia dentro. Araceli suspiraba de placer. Volví a la concha lamiendo los labios y lameteando el clítoris. La nena se tensó, se arqueó, tembló y volvió a descargarse. Chupé y tragué todo lo que pude.
    -¡Aaaahhh, como gozo!
    Le metí la lengua en el túnel de las maravillas hasta donde pude, con la nariz frotando el clítoris, gozando de sus fluidos y de la propia lamida que le hacía. Sentir sus húmedas carnes en mí lengua y en toda mi boca. ¡Me daba un placer infinito! Fuerza tenía que hacer para contenerme.
    Volví al orto y volví a recorrer el camino del placer desde el ojete hasta la concha, ida y vuelta una y otra vez. ¡Nueva tensión de Araceli y nuevo orgasmo! Nueva enloquecida chupada de mi parte. ¡No quería ...
    ... perderme ni una gota! ¡Era tan exquisita!
    Araceli gemía y suspiraba.
    -¡Papito! ¡Papacito! ¡Qué rico! ¡Qué ricoooo!
    ¡Nuevo orgasmo!
    ¡Carajo! ¡Cómo me gusta esta piba!
    -¿Tenés fuerza para pararte? ¡Jajaja! ¿Aguantás parado al costado de la cama? ¡Quiero mamarte! 
    -¡Dale, si!
    Araceli se atravesó en la cama colgando su cabeza en un lateral. Me tomó la pija con las dos manos y se la puso en la boca. Lamió desde los testículos hasta el glande, despacito y apretando la lengua contra el tronco con fuerza. Llegaba a la cabeza y acariciaba el meato. Con los labios la tomaba y apretaba. Se la metía hasta la garganta y mamaba intensamente, con los ojos cerrados. Luego la sacaba y volvía al trámite del gozo. Yo me inclinada levemente hasta llegar a las tetas con las manos. Tiraba de sus pezones duros y erectos ¡del tamaño de maní con cáscara!
    -¡Me viene, mi amor! ¡Acabooooo! – ¡Y largué como dos litros! ¡Una barbaridad!
    Araceli se lo sacó de la boca para poder tragar. 
    -¡Eso fue magnífico! ¡Genial!
    -¡Sííí!¡Me gustó mucho, muchísimo! ¡Qué rica es tu lechita! ¡Y lo podemos hacer todos los días! ¡A la noche y al levantarnos!
    -¡Y también si nos despertamos en medio de la noche!
    -¡Jajaja! 
    -¡Mi vida, sos maravillosa!
    -¡Papito! ¡No hay nada en el mundo cómo hacer el amor con vos!
    -¿Vamos a dormir? – Yo no daba más.- ¡Uy dio! ¡Tenemos qué cenar!
    -¿Te parece que comimos poco? ¡Jajaja!
    	Nos pusimos cucharita y la abracé. 
    -Muy bien así. Cuando te despiertes a medianoche ya sabés ...
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