Los blanquísimos jamones 8
Fecha: 15/03/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... ¡Llename el culo de crema!
Empujé con todo. La nena reculó. Quedamos recontra pegados. Me sacudí. Temblamos juntos y acabamos con sabor a chocolate, crema, squirt y semen!
-Bueno… Tendremos que ir a trabajar…
-¡Sí! ¡Pero primero a desayunar!
-¿Más todavía?
-¡Jajaja! ¡Quiero café y medialunas con jamón y queso!
-¡Jajaja! ¡Vamos nena!
Nos bañamos, entre caricias y besos, nos vestimos y fuimos caminando hasta el café de la vuelta. Fue un buen desayuno “civilizado”.
-Ahora si puedo trabajar. Llévame a donde las tías.
Volvimos a buscar el auto y fuimos hasta donde “las tías”. Milagrosamente había donde estacionar frente a la vivienda-estudio de Patri y Romi. Bajé con Araceli para saludar a las tías. Araceli abrió con sus llaves.
La primera que apareció fue Romi, preciosa como siempre. Me atrasé mientras la nena se adelantaba para saludar. Cuando Romi se acercó a mí me dio un cálido beso en la mejilla.
-Muchas gracias. Muchas gracias. Estoy muy feliz.
-Me alegro mucho. También estoy feliz.
-Espero que no sea la última.
No dije ni que si ni que no.
-¿Cuánto falta?
-Y…, unas 10 semanas.
-Todo irá muy bien. Hola Patri ¿cómo están?
-Bien, muy bien.
-No hay ningún problema en obras…, espero.
-No, ninguno.
-Ajá, por eso hace una semana que no me llaman…
-No hace una semana. Sólo 4 días. – Patri sonreía. Sabía a qué me refería. - ¿Ustedes la están pasando bien?
-Si, muy bien. - Araceli se adelantó a cualquier respuesta mía.
-¿Ya están juntos?
-Hoy vamos ...
... a decirle a mamá.
-Si, me parece muy bien. - Patri la alentaba. Romi no parecía muy contenta.
-Yo no sabía eso. – Araceli no me había comentado nada de su decisión.
-¿Así? Hoy vamos.
-No me dijiste nada.
-Porque se me ocurrió recién…
-Bueno, bárbaro, ¿a qué hora te vengo a buscar?
-Y… a…
-A las siete, vení a las siete. Araceli estará desocupada a esa hora. – Patri eliminaba dudas.
-¡Gracias!
-No te olvidés.
-Por supuesto que no. A las siete estaré.
Y así fue. A las siete pasé por Araceli. Antes había pasado por casa a bañarme y a vestirme de “elegante sport”.
-Vamos a casa. Le dije a mamá. También le dije el motivo. Preparará para comer.
-¿Por qué la pusiste a trabajar luego de volver de su negocio?
-No hay problema. Me había dicho que el día que vayas comeríamos con ella.
-Podría comprar en una rotisería…
-No. Ella quiere hacer la cena…
-Bueno, paro en algún comerció a comprar vino y…
-No, no comprés vino. Comprá champán…
Yolanda tenía una boutique allí cerca, en la calle comercial del barrio, unas cinco cuadras. No era demasiado sacrificio, de cualquier manera, pero no quería que se viera obligada a algo por mí.
Era una bonita casa de una planta, con una cochera. Según Araceli, se la había dejado el padre cuando se fue a vivir a Arabia Saudita, por un trabajo en la industria petrolera. Se supone que allí se enamoró de otra mujer, y se quedó para siempre…, aunque Araceli no sabía por dónde andaba su padre en estos momentos. ¡Habían pasado 15 ...