Boutique “la cariñosa” - Relatos Eróticos

Boutique “la cariñosa”

... hacia atrás, se arqueó y lanzó su primer orgasmo. Chupé todo lo que pude, pero su squirt me llenó la cara.
-¡Qué rica estás tesoro! – Yo también quería demostrar lo que me gustaba.
Yoli no soltaba mi cabeza. ¡Quería más y más! Y seguí. ¡Sabía que vendría otro acabada! ¡Todo magnifico! Yoli había preparado varios pañuelos en el apoya brazos. La sequé, y también mi cara, y sonriendo se acostó para el “segundo acto”. 
Me puse entre las piernas, de rodillas. Ella tomó la pija y la guió hasta la vagina. Fui entrando despacito.
-¡Así, así, nene, que rico! - Cuando llegué al fondo se tomó las piernas y las abrió recogiéndolas hacia ella. Le tomé las tetas y comencé el bombeo… 
-¡Ahahaha! ¡Así! ¡Así! – Yo tenía que aguantar. Tenía que acabarle en la boca, para que la nena vea que no había peligro. La clase tenía que ser “completa”.
Tuvo otro orgasmo, con amplias sacudidas, levantando su cadera para que yo la tomara del culo. ¡Fue tremendo!
-¡Ahora mi vida! ¡Ahora voy yo! 
Me paré. Ella se sentó y abrió la boca sacando la lengua. Apoyé el glande sobre ella y largué el primer chorro. La introduje hasta donde las manos de Yoli lo permitían para no molestar en la garganta, y descargué el resto. Ella tragó muy “demostrativamente”.
-¡Riquísima mi amor! ¡Riquísima tu lechita!
	Nos recostamos unos minutos para regular la respiración y recuperar fuerzas. 
-¿Nos vestimos? ¿O vos te quedás desnudo? – Yolanda me habló al oído.
-No, no. Me visto. De otra manera parecería muy ...

... grosero…
-Tenés razón. 
	
Yoli se levantó, tomó su ropa y fue al baño.  Diez o quince minutos después salió vestida, peinada y maquillada. 
-Voy al salón…
	Entré con la ropa al baño. Me lavé, me vestí y me acomodé bastante civilizadamente. Mientras tanto pensé. ¿Cómo hago? Fui al salón. Todavía no había clientas. 
-¿Tenés te o café? – Es lo que se me ocurrió.
-Tenés cualquiera de los dos. En la alacena.
Calenté agua, preparé te y serví en dos tazas, cuando pensé que también tenía que darle a Yoli… Busqué un vaso, que me pareció que aguantaría el calor, y allí me serví yo. Fui con una de las tazas al local. 
-Yoli, para vos. 
-Gracias. ¡Qué amable!
-¿Puedo invitar a Camila a tomarlo conmigo?
-Si, por supuesto.
-Aprovechemos Cami que la patrona te da permiso. – Camila estaba más que arrobada, temblando de deseo o vergüenza. 
-¡Jajaja! - Yolanda río, y la nena enrojeció..., creo imaginando lo que venía. ¡Estaba calentísima!
Nos sentamos en las sillas. Me puse a su lado, mirándola a los ojos.
-¿Cómo te sentís? ¿Te gusta estar con Yolanda?
-Si, mucho. Es muy buena, la quiero mucho.
-¿Cómo te va en tu vida personal?
-Bien…, en la escuela… muy bien…
-Tenés que pensar que si llegás a fallar, a tu mamá no le va a gustar que sigas trabajando con Yoli ¿no?
-Y si… pero todo va bien…
-¿Y con los chicos como andás? ¿Cuántos novios tenés?
-Son unos estúpidos, todos molestan y no saben cómo se trata a una chica…
-Bueno… vos no sos una chica… Sos toda una mujer. Lindísima, ...