1. Mis sobrinas Andrea y Natalia (9)


    Fecha: 24/03/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Fernando Morante, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... tío? ¿Lo hago bien? "
    “Sí, lo haces muy bien, me encanta como lo haces”, dije colocando mi mano en la parte posterior de su cabeza y moviéndola suavemente hacia mi ingle. “Pero por favor, continúe como estaba ahora”, le dije sonriéndole. “Me gustaría seguir evaluando tu técnica”
    Se apartó el cabello para darme una visión clara y volvió al uso magistral de su lengua y labios junto con el masaje de mi verga y yo me recosté para disfrutar de la sensación. Después de un par de minutos me di la vuelta para poner mi cara entre sus piernas, permitiéndole al mismo tiempo, acceso completo a mi pene y escroto, que estaba manipulando bastante bien.
    Coloqué una serie de besos húmedos en sus muslos mientras acariciaba suavemente con mis dedos sus nalgas. Luego metí mi lengua en su coño, separando los labios suavemente y penetrando hasta donde alcanzaba mi lengua y apliqué presión en su clítoris con mi labio inferior y lo froté de un lado a otro. Esto la hizo saltar un poco mientras chupaba aún más fuerte la cabeza de mi verga.
    Quería que su próximo orgasmo fuese conmigo estando dentro de su coño, así que reduje la velocidad de mis acciones, me aparté y usé ambas manos para alejar su cabeza de mi verga. La moví de espaldas al centro de la cama y me moví para estar entre sus muslos. "¿Estás lista para un poco más?"
    Ella simplemente asintió con la cabeza mientras yo levantaba sus piernas para poner sus tobillos en mis hombros. Deslizando solo la cabeza de mi verga en su coño, acaricie ...
    ... con ambas manos sus piernas hasta sus pies y comencé a colocar besos húmedos en sus hermosos muslos. Mientras hacía esto, observé su reacción y comencé a entrar y salir de su coño un poco más con cada caricia. Cuando llegué a la mitad del camino, comencé a morder sus muslos mientras empujaba más hacia adentro hasta donde juzgué que se había detenido cuando me estaba montando antes y definitivamente sentí algo de resistencia. Se volvió bastante obvio que le había golpeado el cuello uterino, su cérvix; la entrada a su fábrica de bebés, así que continué empujándola suavemente con cada golpe, lo que hizo que ella soltara un gruñido de satisfacción con cada contacto. Tenía los ojos cerrados, el rostro enrojecido. La expresión de su rostro era de satisfacción y disfrute, así que no penetré más, pero comencé a usar un movimiento de caricias en forma de 8 para ver qué áreas de su vagina le daban la mayor sensación cuando las contactaba. También me aseguré de levantar un poco mi verga con cada golpe para asegurarme de que estaba haciendo un buen contacto con su clítoris.
    Una vez que encontré la mejor área de contacto, que me lo indicaban sus gemidos, concentré mis golpes en esta área inclinándome un poco hacia adelante y moviendo mis manos para acariciar sus senos y pezones para mayor estimulación. Durante los siguientes 10 minutos continué con esta acción usando la posición de misionero y dado que el efecto de inclinarse hacia adelante había levantado un poco su trasero de la cama, ...
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