1. Aromas y especias


    Fecha: 18/01/2018, Categorías: Hetero Autor: CalmaSola, Fuente: CuentoRelatos

    Siempre me gustado la aromaterapia. Tal vez sea porque de pequeña viví en una finca llena de plantas y árboles de muchos tipos. Me recuerdo a mi misma recogiendo hojas de menta y ramas de tomillo y oliéndolas. Y curando mis heridas con yodo puro, que salía como sangre dorada de su rama.
    
    Pero mi perdición siempre fue la canela. Su aroma, su sabor...ambos dulces y penetrantes. Sensualidad en forma de especia...
    
    En mi casa siempre había un quemador con aceite de esencia de canela encendido, era mi infusión preferido, y no había postre en la que esta no fuese uno de los ingredientes.
    
    En la esquina de mi barrio estaba la herboristería donde casi todas las semanas compraba mis saquitos y botes de canela en diferentes formas...
    
    ¿Ya sabes que la canela es un gran afrodisíaco no ?Me preguntó el chico guiñándome un ojo pícaramente...
    
    El chico...Ojos turquesa, intensos, penetrantes magnéticos. Rostro salvaje, hermoso y una sonrisa que se complementaba con las reacciones de sus ojos...Si tenía algún defecto era que le faltaba algún kilo...
    
    Cuando me dijo aquello, con una sonrisa traviesa y mirándome a los ojos casi de forma provocadora, mi cuerpo completo se convirtió en un escalofrío de placer.
    
    No supe contestarle. Conseguí esbozar una leve sonrisa, recogí rápidamente el cambio que me ofrecía y conseguí salir rápidamente a pesar de que las monedas casi cayeron de mi mano al sentir el roce de su piel.
    
    Mi corazón palpitaba como loco durante los pocos minutos que ...
    ... tardé en llegar a casa...
    
    Mientras me desnudaba, no podía evitar recordar aquella sonrisa y aquellos ojos insinuantes.
    
    Encendí el que mador de aceite y el aroma de la canela comenzó a mezclarse con el aire que respiraba, llenando mis pulmones y mis sentidos, embargándolos, relajándome y al tiempo excitándome.
    
    Era Extraño, llevaba mucho tiempo, desde que abrieron comprando allí especias y aromas y él jamás me había dicho más de lo necesario. Siempre muy amable eso si, pero jamás una insinuación...
    
    Pensé que tal vez me lo había imaginado. Aún así, pocos minutos después estando totalmente desnuda, me tumbé en la cama y comencé a acariciarme pensando en que era él quien lo hacía.
    
    Recorrí mi cuerpo con las yemas de los dedos, haciendo que pequeños escalofríos me recorrieran, para después dedicarme a caricias más directas, pellizcando mis pezones o acariciando en círculos cada vez más rápidos mis clítoris...
    
    Yo cerraba los ojos y le imaginaba a él, sobre mi, con sus ojos taladrando los míos y penetrándome con ellos y con su sexo. Imaginé aquel roce de sus manos al darme el dinero por toda mi piel y mi imaginación conseguía hacer que la sensación fuese casi real.
    
    Fue una orgasmo largo, intenso...y aún así al acabar, noté que me quedaba insatisfecha.
    
    Durante el resto de la semana, intenté en la medida de lo posible, evitar pasar por delante de la herboristería cuando iba a casa. Pero al encender los quemadores, al aspirar aquel erótico aroma al saborear una ...
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