1. Ale, nuestra amante


    Fecha: 20/01/2018, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... ahora; sigue dándome, sigue, hasta que yo te diga". Se mueve con ganas, con un gran dominio de la velocidad y el ritmo que a ambos nos gustan, hasta que la excitación le hace desmadrarse y menearse de manera descontrolada y convulsa, llegando a un intenso orgasmo que acompaña de un largo gimoteo en voz baja. Durante bastantes segundos sigo sintiendo sus contracciones vaginales y los leves golpecitos que da contra mi pelvis; me encanta.
    
    Poco después de sacarse ella misma la polla y tras recuperar el resuello, besa mi boca ("ahora hay que ocuparse de ti,mamonazo") y de nuevo se arrodilla para meneármela y mamarla ("me encanta sentir tu pollamorcillona dentro de mi boca y notar como se pone bien tiesa y dura") hasta que considera que ya vale y sin necesidad de indicarle nada, se tumba boca arriba con las piernas bien abiertas, los pies apoyados en la cama y el culo casi en el borde, ofreciéndome su bonito duro trasero ("encúlame bien, ya sabes que eso me gusta mucho y aún sigo caliente"). A pesar de sus prisas suelo meterle varias veces los dedos corazón e índice impregnados de suave gel lubricante, adelante y atrás, a derecha e izquierda, en círculos, e inmediatamente después no me cuesta ningún trabajo meterle el glande con un empujón constante y seguir lentamente, poco a poco, hasta que, cuando le tengo dentro casi toda la polla, empiezo a sentir que me la empuja hacia afuera y luego la absorbe hacia adentro; el jueguecito de succión y expulsión es tremendamente excitante ...
    ... y casi sin necesidad de moverme le pego una estupenda follada en el culo. Me corro en pocos minutos y en cuanto se me baja un poco, la retiro de golpe, tal y como a ella le gusta, momento que en bastantes ocasiones coincide con una nueva corrida de Bila, quien no ha parado de masturbarse el clítoris a gran velocidad durante toda la follada.
    
    Desde hace ya algún tiempo, cuando no puedo mantener una buena erección durante todo el rato, hacemos uso de un pollón de silicona, más grueso y largo que la mía, que además es un potente vibrador capaz de arrancar de mi mujer abundantes gemidos y gritos de excitación, provocándole unos tremendos orgasmos y excitándome también a mí, una vez logré superar la frustración que durante algún tiempo me supuso utilizar "ayudas" para satisfacer a Fabiola.
    
    Tratamos con mucha gente, no sólo por la naturaleza de nuestra actividad empresarial sino porque en una ciudad pequeña todo el mundo se conoce y la hipocresía social es muy grande entre "la buena gente de toda la vida", así que tenemos siempre presencia en los distintos actos sociales que se organizan, lo que también nos sirve de publicidad para nuestros negocios. Amigos de verdad, pocos y escogidos, pero entre todos destaca la socia de mi mujer en el gimnasio: María de la Alegría.
    
    Alegría o Ale, para los conocidos, es un par de años mayor que Bila y está considerada en la ciudad como si fuera la oveja negra de las mujeres de su generación: soltera tras divorciarse dos veces, sin hijos, ...
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