Ale, nuestra amante
Fecha: 20/01/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... con fama de progre, no se corta a la hora de exhibir sus ligues, casi siempre mucho menores que ella, y día sí día no de fiesta en fiesta, escandalizando a los muchos hipócritas biempensantes que por aquí tenemos. Por encima de cualquier otra consideración, es una buena amiga, inteligente mujer y estupenda persona. Desde hace unos dos años es nuestra amante, de Fabiola y mía, de los dos, juntos casi siempre y por separado de manera esporádica, en mi caso, porque con Bila sí tiene actividad sexual de pareja bastante más a menudo.
Para mí todo este asunto comenzó tras uno de los cíclicos fracasos sentimentales de Alegría, lo que le provocó un bajón de autoestima y la peregrina idea de que ya era vieja, nadie la quería y su cuerpo no despertaba pasiones. Al igual que en muchas otras ocasiones se vino a vivir a nuestra casa y durante un par de semanas no dejó de auto compadecerse, derrumbada en un sofá, al mismo tiempo que se consolaba viendo telenovelas mejicanas en la tele y con copazos de ginebra holandesa con tónica y un chorrito de limón, su bebida preferida.
Una noche de viernes, ya bastante tarde, en la que los tres nos hemos pasado degintonics, sintonizamos en la tele una peli porno para que no nos dé el muermo y no quedarnos dormidos. Según se desarrollan en la pantalla las distintas escenas sexuales vamos haciendo comentarios jocosos y chistes que poco a poco van languideciendo hasta que tras una supuesta brillante broma por mi parte que no despierta ningún eco ...
... en las dos mujeres, me vuelvo hacia el sofá en el que están sentadas y veo como se están besando, comiéndose la boca con ganas, con juegos de lengua y labios, moviendo la cabeza para conseguir mejor postura, con los ojos semicerrados, con una tremenda expresión de lujuria en el rostro y respirando cada vez con más fuerza. Durante unos momentos Fabiola me mira directamente a los ojos con expresión tímida, como disculpándose, con ciertas dudas ante mi posible respuesta, e inmediatamente vuelve a enterrar su lengua en la ansiosa boca de su amiga.
Ni siquiera me supone una sorpresa. Me gusta lo que hacen, me parece natural (es lo primero que me viene a la cabeza en esos momentos) y ver a Bila y Ale besarse con deseo y, poco a poco, meterse mano y acariciarse mutuamente las tetas, las caderas, los muslos, me excita un montón. ¡Joder, me estoy poniendo muy cachondo! Saco de los pantalones mi rabo, ya tieso y duro como en las grandes ocasiones, comenzando a meneármelo al mismo tiempo que las dos mujeres se desnudan quitándose la ropa a tirones, con mucha prisa.
En el gimnasio, en la piscina, en la playa e incluso en casa, he visto a Alegría con muy poca ropa y siempre me ha parecido una tía buena en el pleno significado de la expresión, aunque nunca la he visto completamente desnuda hasta este momento y me dedico a admirar su cuerpo mientras mi excitada polla me exige que siga cascándomela en un lento y constante sube-baja.
Es una mujer guapetona, con rostro de rasgos duros, ...