1. Ale, nuestra amante


    Fecha: 20/01/2018, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... con bonitos ojos de color gris claro, gruesos labios rojos carnosos, estatura mediana, piel morena de sol sin marcas de bañador; rellenita, un poco pasada de quilos, con pechos grandes ya algo caídos pero tremendamente llamativos: picudos, muy juntos, dibujando un sugerente apretado canalillo, con oscuros pezones rugosos, gruesos y largos situados en una areola rojiza muy grande; estómago abombado, algo de tripa, caderas anchas que albergan un estupendo culazo en forma de pera, quizás demasiado grande; piernas torneadas, muslos fuertes y completamente depilada, excepto el cabello y las negras cejas y pestañas. Sí que está buena, sí; con el impactante añadido de un morboso corte de pelo más propio de un soldado: muy corto, con flequillo y raya a un lado y teñido de brillante negro azabache. Coño, es lo que por aquí llamamos una "verdadera hembra camera". Qué excitante es ver desnudas a ambas mujeres acariciándose en busca de su orgasmo. ¡Tengo la polla más dura que uncacho de hierro!
    
    Fabiola ha tomado la iniciativa y lleva ya algunos minutos comiéndole el coño a su amiga: sujeta con ambas manos las rotundas caderas de Alegría a la altura de la cintura y lentamente, sin prisa pero sin pausa, lame con su lengua, además de con labios y dientes, todo el rasurado y empapado sexo de la guapa morena, quien con los ojos cerrados gime y habla sin parar en voz todavía baja. ¡Me resulta tan excitante ver a mi mujer enterrando la cara en el coño a su amiga! Pasados algunos minutos, ...
    ... Ale se incorpora y cambia su postura lo suficiente como para poder mamar golosamente los pezones de su amante, mientras sigue recibiendo de ella caricias en el mojado sexo. Yo estoy muy excitado y me acerco para ver mejor, además de desnudarme completamente, lo que provoca una exclamación por parte de Alegría: "¡qué polla más grande!, qué callado os lo teníais los dos; ven, dámela, la quiero para mí". Dicho y hecho, logro sentarme en medio de las dos mujeres en el sofá en el que están y me convierto en un pulpo hiperactivo que no deja de tocar, besar y lamer a las dos mujeres.
    
    Creo que nunca hasta ahora había mamado unos pezones tan gruesos y duros como los de Alegría, son verdaderamente espectaculares, parecen dedales de oscuro color granate, y se los muerdo y estiro con los dientes (a mí me encantan los pezones de mujer, me gusta disfrutar de ellos suave y cariñosamente, pero también, cada vez más, me pone a milcastigarlos algo más de la cuenta). La morenaza hace un amago de queja ("me haces daño, cabrón, pero me excitas") y yo decido que ya quiero follar: pongo a la mujer a cuatro patas mirando hacia una risueña Bila que me anima en voz baja ("tíratela ya, vamos, mi amor; te va a gustar mucho"), me coloco detrás y con un constante fuerte empujón inserto la polla en su sexo caliente y acogedor ("qué pollón tienes, cómo me llenas") empezando un lento y profundo metisaca ("síííííí, fóllame; dame gusto, estoy muy cachonda").
    
    Mi mujer se coloca tras de mí, se dobla por la ...
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