¡Esa tarta de manzanas! - Relatos Eróticos

¡Esa tarta de manzanas!

Al día siguiente…, llamado telefónico a la mañana. ¡Zas! No quería atender…, seguro que algún “reclamo” ¡¿Cómo no?! Era Miriam…
-¿Estás muy ocupado? – Su voz, tan dulce y solícita me acaricia el oído.
-Más o menos…, o no tanto… ¡Para vos nunca!
-¡Jajaja! Bueno… ¿venís esta tarde?
-Y no…, tengo una llenada…
-¿A quién?
-¡No es lo que te creés! – Lo hice ambiguo a propósito. - Es una llenada de hormigón. Vienen a las tres, No me puedo ir…
-No es a las tres. A las cinco… luego que Camila se va a la boutique. Yo te aviso.
	La pícara ahora lo hacía a espaldas de la hermana. En este momento me di cuenta que con Camila nunca había estado solo, fuera del negocio de Yolanda.
A las cinco y pico fui. No podía decirle que no a la nena. Tampoco se lo diría a la hermana. Cada una tenía lo suyo y te daban todo… Cuando llegué, Miriam estaba como siempre modosita, cariñosa y… vestida… Besos, caricias, apretadas… Estaba tan caliente como siempre. Fuimos abrazados hacia el dormitorio, el de la madre. ¡Le gustaba la cama grande! La teta que tenía en mi mano estaba como siempre hermosa, dura y con el pezón parado.
	Me iba bajar el pantalón…
-Uy, tesoro. Esperá que vaya al baño…
-¿Vas hacer pipí?
-Si ¿por?
-¿Puedo ir con vos?
-¿Adonde? 
-Al baño. Quiero verte como haces… 
-¿Cómo?
-Tengo ganas de verte orinar.
-Pero…
-Bueno…, quiero verte…, que se yo…, me dio ganas…
-Bueno. Vamos. - No me iba a poner a discutir. Me hacía encima. 
Me paré frente al inodoro…
-Dejame a mi.- Me ...

... bajó el cierre, me la sacó y la puso apuntando…
-No, pará. Así no puedo. Me inhibo…
-Dale, hacé pis que yo miro.
Nunca me pasó que alguien quisiera verme mear… Al final el chorro salió.
-Dejame que te la tengo… 
-Pero… - Nada. Me la agarró mientras meaba…
-Me encanta. Está calentita. - Tenía tantas ganas que igual terminé a pesar de lo incómodo de la situación. - ¡Qué lindo! Me gustó verte orinar. - Me sacudió la pija.
-Está bien. Me tenés que mostrar vos… - Si estaba en onda morbosa le seguía el jueguito…
-Cuando quieras. Te digo… Vení al lavatorio, te lavo. – Si no me daba vuelta me la arrancaba. Me enjuagó bien… y luego se agachó para chupar. 
-Así te la pongo bien durita. - A los diez segundo la tenía al palo. - Ya está lista. Metemela. 
Se levantó, se dio vuelta, subió una piernita sobre el inodoro, se levantó la pollera y me ofreció el culo. Para variar sin tanga. Esta nena ve muchos videos. Esa postura no la inventó, ni se la enseñó Camila…
Se la metí en la vagina. No sabía si todavía tenía alguna “molestia” en el culo. La penetré despacito. La tomé de la cintura.
-Si, así, sí sí sí… ¡Hay, qué lindo! 
Ella se tomó con una mano de mi pierna y con la otra se masturbaba.
-Esperá un momento, me saco el pantalón, si no se mancha. – Rápidamente se dio vuelta y me lo bajó. Tuvo que agacharse a sacarme los borcegos. Antes de erguirse me dio una chupadita, como al pasar. 
-No me puedo contener si la tengo cerca de la cara.
-¿Te gusta chupar? ¿A todos?
-No, no. ...