1. Cuernos de pandemia


    Fecha: 23/04/2021, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: Contador4u, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... húmeda y resbaladiza: 
    -Qué mojadita estás mi amor....
    -Mmmm...la tengo muy sudada papi...ay! vente pronto, hecha me más mecos, estoy agotada! 
    
    Entonces empecé a sospechar que algo diferente había estado pasando durante esas salidas mañaneras, que mi mujer no se perdía por nada del mundo. Así que un dia me propuse seguirla y averiguar el motivo de su cansancio y de la falta de interés repentina por mi verga. 
    
    Una mañana me desperté más temprano sin que ella lo notara, pero me hice el dormido, y pude ver que ya había empezado a arreglarse para salir. Su blusa dibujaba con detalle sus suculentas tetas, enormes, balanceándose sin bra mientras iba de una lado a otro de la habitación. Los pezones erguidos, delataban su excitación ante la expectativa. Llevaba una de sus faldas cortas, blancas, para jugar tenis, y que de un tiempo acá, empezó a usar para salir a caminar. Miré sus blancas nalgas redodandas mientras se levantaba la falda para asearse, escrupulosamente, el culo y la panocha con una toallita húmeda, y no pude contener una dura erección que levantó la sabana con la que estaba cubierto. Cuando salió del baño me miró la verga parada y volví a hacerme el dormido. Pasó de largo hacia su closet y ya no la vi ponerse calzones antes de salir, escurriéndose sigilosamente para no despertarme. 
    
    Apenas salió de la casa, me vestí y salí detrás de ella sin ser notado. Me excitaba verla caminar tan coquetamente, sabiendo que iba prácticamente desnuda por la calle. La seguí ...
    ... discretamente hasta salir de la colonia, y la miré contonearse con mayor descaro cuando alcanzo la banqueta de la calle exterior. Se encaminó hacia la brecha que conduce al interior del frondoso bosque urbano, y al virar hacia la senda de arena del viejo arrollo que divide el parque, vi que un hombre alto y moreno que parecía haber estado esperando, se encaminó también hacia la brechadetrás de ella. Vestía ropa deportiva ajustada, y cuando se puso de pie, vi como se le abultaba su enorme verga bajo el pantalón. Entonces comprendí las murmuraciones de mi mujer, cuando me mamaba la verga. 
    
    Se encontraron justo a la entrada de la brecha, se saludaron discretamente y, al comprobar que estaban solos mi mujer lo empujó, sonriendo intencionadamente, hacia el interior del bosque que debido al espeso follaje de los arboles, estaba un poco más oscuro aún a esta hora de la mañana. Lo besó en la boca mientras con la mano recorría a lo largo y ancho el enorme bulto que marcaba su verga. Agazapado detrás de unos arboles, pude ver como se devoraban las bocas. Mientras él se entretenía con las blancas nalgas de mi mujer por debajo de la falda sin calzón, ésta no cejaba de amasar la verga del moreno hasta que se la puso dura y parada. 
    En vez de ponerme celoso, me puse muy caliente, mirando las nalgas desnudas de mi mujer en las manos de otro hombre. 
    Entonces él moreno se detuvo en su afán, y tomándola de la mano la invitó a internarse un poco más en el bosque. Pude seguirlos, sin ser ...