Cuernos de pandemia
Fecha: 23/04/2021,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: Contador4u, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... liberador, emergió de su garganta, cuando la tuvo toda dentro. Pareció querer comprobrarlo cuando alcanzó con su mano los enormes huevos hinchados, pegados a sus nalgas redondas. Se prendió de sus labios, reclinándose sobre el lampiño pecho de él, en un largo y húmedo beso, como recuperando el aliento después de ser penetrada por aquella enorme tranca. Se incorporó lo suficiente para darle a mamar sus tetas, ofreciéndoselas a la altura de sus gruesos labios y que él devoró con placer. Después de asimilar la plenitud de la enorme verga dentro de su panocha por un momento, mi mujer comenzó un rítmico meneo de cadera, subiendo y bajando de la verga, que entraba y salía parcialmente de su vagina. Podía escucharla chapotear en su panocha empapada, tanto de sus propios jugos como en el jugo preseminal que él contribuía. Las manos grandes y negras de él viajaban de arriba a abajo sobre la suave y blanca piel de mi esposa: estrujando, refocilándose, en sus redondas tetotas mientras lamía con gusto los grandes pezones endurecidos por la calentura; luego bajaba a sus carnosas nalgas, que apretaba con fruición y luego separaba recorriendo con sus largos dedos la raja abierta hasta alcanzar el culo moreno y cerrado, que acariciaba con la punta mojada, aventurando la primer falange dentro.
Después de un rato repitiendo estas calientes acciones, lo vi tensar sus piernas, aferrarse con fuerza a las caderas de mi mujer, y convulsionar ...
... entre sonoros gruñidos mientras su verga reventaba dentro de su panocha. Mi esposa recibió sus descargas con el placer reflejado en su sonrisa, satisfecha, lo besó cariñosamente agradecida. Un gesto que yo conocía muy bien.
Un grueso chorro de mecos salió de su panocha cuando se incorporó sobre sus rodillas. El se puso de pie para que mi mujer, todavía sobre sus rodillas, se metiera de nuevo la verga parada en la boca. Volví a eyacular abundantemente sobre los arbustos, mientras ella diligentemente le limpiaba la verga y los huevos con su lengua, saboreando y tragándose los restos de mecos que la mojaban. Chupó y lamió con cuidados excesivos, hasta finalmente dejarla completamente flácida y en reposo.
Abandoné mi escondite y regrese con prisa a casa, sin ver la despedida, justo cuando empezaban a vestirse.
Yo estaba ya en la cama, como todos los otros días, cuando ella regresó, y con una tremenda erección a pesar de haberme masturbado generosamente en el parque. La ví entrar fatigada a la habitación y desfallecer sobre la cama, como la había visto hacer últimamente, sin que dejara de notar mi verga parada bajo la sabana.
-Qué cansadita te ves amor...te estaba esperando
-Estuvo mas dura hoy papito...la jornada
-Más dura que ésta? Le dije destapandome la verga, insinuando que me la mamara
-Ay si papi...más dura y más larga...dijo sonriendo con malicia, mientras se aproximaba a hacerme el trabajito de tantas mañanas.