¡Esa tarta de manzanas! 2 - Relatos Eróticos

¡Esa tarta de manzanas! 2

... allí, envidiarían a sus hijos… ¡Le gustaba jugar…, y calentar a los pibes! Y ellos siempre se acercaban cuando nos veían…, y si estábamos cogiendo… mejor todavía! Días atrás, Ari me contó que en una oportunidad le dio una patadita a uno de los chicos en los huevos –“jugando”, a propósito…, apenitas. – pero el chico hizo un teatro como si lo hubiera matado! Ari le preguntó si le dolía… El chico dijo que “mucho”. “Oh, pobrecito”, le dijo Ari… y metió la mano bajo el agua para agarrarle el paquete. ¡El chico estaba totalmente al palo!
Ari le hizo un par de caricias… ¡y acabó como loco! Le dio tanta vergüenza, que se fue corriendo, mientras el resto de sus compañeros se cagaban de risa. 
Cuando nos íbamos, los chicos corrían hacia los arbustos, seguro a pajearse…, o a cogerse entre ellos. ¡Andá a saber!
Me puse a pensar como haría con las japonesitas. Como supuestamente esta mañana había hablado con Kirky sobre el trío, no tendríamos “arreglo” hasta la noche de mañana. Así que era posible, si me despertaba temprano…, cogeríamos un poco…, descansaría una horita… y pasaría por el bungalow de las chicas… Ese sería el plan. Veremos si resulta.
Tal como suponía, esa noche no pasó “nada”, si obviaba las cogidas con Araceli. Cuando desperté para ir al baño, la manoseé un poco. Casi por instinto, ella abrió las piernas. Fui con mi boca hacia la vagina. Unas buenas chupadas y Ari despertó.
-¡Uy! ¡Así no hay quien duerma! ¿No es muy temprano?
-Es que… tengo muchas ganas…
-¡Ahhh! ...

... ¡Vicioso…! No podés estar sin mi concha ni tres horas…
-Si, la extraño cuando no la tengo en mi boca o en mi pija…
-Bueno, dale. Así me gusta.
Chupé con el mejor ánimo. Ari se relajó, acomodándose para gozar totalmente. Cuando le pasé la lengua por el clítoris y tiré con los labios, ella tembló, se agitó, se arqueó, y… orgasmo al hilo!
-¡Así da gusto despertar! ¿Querés que te la chupe?
-No, te la meto.
-Bueno, dale. 
Levantó las piernas, las recogió… y se la enterré tomando sus tetas, apretando sus pezones y bombeando con todo…
-¡Ay! ¡Ay! ¡Dios! ¡Qué lindo! 
-¡Todo con vos siempre es lindo!
-Dale… ¡llename! ¡Aaahhhh! ¡Acabo!
-¡Uggg…, yo también!
Me estremecí mientras los chorros de semen iban hacia el útero. ¡La felicidad total!
Nos abrazamos y relajamos para dormir. Ari se durmió inmediatamente. Para quedar despierto, ocupé mi pensamiento en lo que iba hacer con las japonesitas… 
Algo que me vino a la mente es que las chicas me parecían mucho más jóvenes de lo que decían…, pero… claro, es difícil calcular los años de las japonesas…
A pesar de mis “pensamientos” lujuriosos, dormité algunos momentos. Cuando me di cuenta me fijé en la hora. Recién eran las seis. ¡Muy temprano! Como no pensaba desayunar para estar más “liviano”, no quería ir tan pronto a verlas…, y no quería levantarme para que Ari no se diera cuenta…
¡Al fin se hizo las siete! Ahora sí. Saqué suavemente el brazo del cuello de Ari y… lo más silenciosamente posible me levanté. Fui a la ducha y me ...