"Con mi madre en la tormenta"
Fecha: 13/05/2021,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
La historia que les contaré es cierta y ya pasó hace alrededor de un año. Soy mecánico de automóviles, vivo en Montevideo y tuve una sola vez y de manera repentina, una noche inolvidable de sexo desenfrenado con Karina, mi hermosa madre de 50 años. Yo tengo 30 años y como les dije esto pasó hace doce meses. Y por ahora no se ha vuelto a repetir.
Karina es una mujer bellísima y se mantiene muy bien debido a que hace deportes. Le dedica varias horas diarias al gimnasio y de esa manera mantiene un cuerpo perfecto. A un rostro agraciado, con lindas facciones, hermosos ojos verdes grisáceos, pelo largo y lacio, bien morocha y tez blanca, mi madre tiene un cuerpo espléndido: sus piernas son bien contorneadas y fibrosas, tiene una cinturita casi perfecta, una cola muy bien marcadita y unas lolas impresionantes: 120 de delantera. Parece un camión con acoplado que se viene para adelante.
Mi padre nos abandonó cuando yo tenía cinco años y nos arreglamos solos. Karina tiene una tienda de ropa para bebés y yo como dije, estudié mecánica. Vivimos juntos hasta que yo me independicé económicamente cuando me empezó a ir bien con el taller de autos. Pero vivimos juntos hasta mis 23 años.
Debo confesar que en mi adolescencia tenía un edipo muy grande con ella. Mamá tuvo varios años un novio que se llamaba Néstor. El tipo venía todos los viernes a casa y por las noches se encerraban en la habitación de mi madre y cogían como locos durante toda la noche. Desde mis catorce años y hasta ...
... los dieciocho más o menos, viernes tras viernes escuchaba todo lo que pasaba en el cuarto de mamá. Si bien nunca me animé a espiar por la cerradura de la puerta, sí podía escuchar con nitidez todo lo que pasaba allí dentro. La pared que dividía mi habitación de la otra era bastante delgada y los sonidos se filtraban. El tipo era de tiro largo y garchaban varias horas. Recuerdo que todo empezaba de manera tenue. Muy tímidamente e iba cobrando calor con el paso del tiempo. Poco a poco los gemidos de mi madre aumentaban considerablemente hasta llegar al sumun orgásmico, cuando explotaba en gritos y exclamaba groserías. Yo no podía ver, pero en cambio fantaseaba con mi madre y me masturbaba con excitación. Una noche, recuerdo que me masturbé seis veces en honor a mi madre. En esa época ella tendría unos 38 años. No se dan una idea de lo que era esa mujer en aquellos tiempos. Hoy, a los 50, sigue estando muy pero muy buena. Apetecible. Pero a los 34/44 era algo fuera de serie.
A mis 18 empecé a salir con una novia. Luego con otra y empecé a tener sexo con ellas. En esa etapa dejé de escuchar coger a mi madre, y si bien tuve una vida sexual normal con mis novias, ninguna me estimulaba tanto como me estimulaban los jadeos de Kari en mi adolescencia. Pero, la cuestión es que desde mis noviazgos y luego al vivir solo, el Edipo desapareció o mejor dicho se escondió hasta una noche en que volvió de golpe y casi sin quererlo.
Eso fue hace un año, como les dije. Mi madre tiene una ...