"Con mi madre en la tormenta" - Relatos Eróticos

"Con mi madre en la tormenta"

... lo que le haría a Kari si se me diera el milagro de poder cogérmela. Soñaba que me cogía a mi madre de todas las formas posibles y esa paja fue deliciosa. De las más gratificantes que recuerde. Mi fantasía edipica se condensaba en una buena paja que me calmaría un poco la ansiedad, pero que no era nada al lado de lo que se avecinaba.
Salí del baño y serían ya cerca de las once y media de la noche. Comimos una pavada del frigobar y nos acostamos en la cama. A los quince minutos, Karina me dijo: 
“No puedo dormir, sufro de insomnio”, te molesta que ponga un poco la televisión? 
No mami, para nada. Mirá lo que quieras.
Sabés que pasa bebé, se sinceró de manera abrupta. Hace dos años que no tengo sexo (su último novio la había dejado) y si no me masturbo no puedo dormir. Pero no puedo masturbarme si estás vos acá, me da vergüenza. 
Quedé estupefacto. Si bien con Kari teníamos una relación fluida y en ocasiones hablábamos de sexo como amigos, jamás había sido tan directa como en ese momento. 
Me hice el tonto, pero me excité. Que me quiso decir, pensaba yo. En ese momento, haciendo zapping con el control remoto mi madre se detiene justo en el canal porno. 
-Ja, mirá Luis, una porno…Justo lo que preciso en esto momento, jeje y comenzó a reír pícaramente. Te molesta ver una porno con tu madre? Para mí debe ser una linda experiencia, jeje y volvió a reír de manera provocativa. 
No tengo problemas mami, si la hemos vistos por separado no veo por qué no podamos ver una ...

... juntos, debe ser divertido, devolví la picardía. 
Empezamos a mirar la porno. Las primeras imágenes nos despertaban risas y hacíamos chistes sexuales. Pero luego de unos minutos nos dimos cuenta de que la porno era un triple XXX de tipo incestuoso. 
Luis, bebé, dijo Kari. Me parece a mí o el argumento de esta película no es de incesto? No es la típica película porno donde la madre sedienta de sexo se coge sin parar a su hijo?, jeje…
Así parece mamita… atiné a contestar.
Mirá vos, dijo Kari. Esto tiene que ser una especie de señal, dijo cambiando la voz de maternal a provocativa. Hace dos años que no tengo sexo, estoy compartiendo una cama matrimonial con mi propio hijo, estamos semi-desnudos y encima viendo una porno de incesto madre-hijo…esto es una señal, bebé, no crees?
Yo no sabía que decir pero la actitud de Karina, hablándome con la cara a centímetros de la mía y con medio cuerpo de ella desnudo tirado sobre el mío, no hizo más que nuestras miradas se cruzaran en un erotismo insinuante muy explícito y nuestras bocas se juntaron para empezar a besarnos. Edipo volvió y el incesto comenzaba a consumarse. 
Los primeros besos fueron tibios, casi tímidos, onda novios. ¿Cómo te gusta hacerlo mami?
Despacito bebé, primero románticamente y luego, poco a poco vamos subiendo la temperatura y luego, ya bien sueltos, nos cogemos todo desaforadamente, como dos animales en celo…
Y así fue la cosa. Igual que cuando era chico y la escuchaba garchar con su amante. Estuvimos cerca de ...