"Con mi madre en la tormenta" - Relatos Eróticos

"Con mi madre en la tormenta"

... hermana que vive en la Argentina, en la Provincia de Entre Ríos. Ella suele visitar a mi tía Julia un par de veces al año y suele viajar en ómnibus. Pero en esa ocasión un paro gremial hizo que los choferes no salieran y entonces Kari me pidió que por favor la llevara en mi coche. Era un fin de semana largo. Salimos la noche del viernes de Montevideo rumbo al Puente Fray Bentos para cruzar a Entre Ríos, pero poco antes de llegar una lluvia torrencial se precipitó sobre el Plata. La cantidad de agua que caía hacía imposible poder ver el camino. La ruta se inundó y no hubo manera de seguir. En el primer hotel de ruta decidimos parar para capear el temporal, pasar la noche cobijados y retomar el viaje a la mañana siguiente si el tiempo lo permitía. 
Hasta ahí todo normal. Cuando salimos de Montevideo no tenía ni la más remota idea de que Edipo volvería por la noche. Ni tampoco cuando decidimos parar en el hotel para descansar. Al bajar del coche, la lluvia nos empapó. A Kari, que tenía una blusa blanca, se le pegó la ropa en el cuerpo por el agua remarcándosele de manera notoria esas dos tremendas gomas que la caracterizan. En ese momento, instintivamente, los ojos se me fueron a sus grandiosos senos y ella se dio cuenta: -Ché, que soy tu madre, dijo y lanzó una carcajada cómplice. Primer indicio de lo que sucedería pocas horas después. Eso habrá sido a eso de las diez de la noche. Pero más allá de ver las tetas de Kari, no pensé en otra cosa al margen del incidente. 
Pedimos ...

... una habitación de emergencia y para mi suerte el cuarto tenía una cama matrimonial. Estábamos mojados por la tormenta, que era terrorífica, como en las películas. Los truenos eran muy ruidosos y no paraba de llover. Nos secamos, pero un baño caliente era ideal. Kari me dijo: -Voy a darme una ducha, después vas vos. Bien, le dije. Pero dejáme primero pasar al baño un minuto. En ese interín, mi madre se había desvestido y estaba cubierta por la bata del hotel. Cuando la ví en bata se me despertó la primera aproximación de Edipo. Gua, que linda mujer, fue lo primero que me vino a la mente. Mamá se marchó al baño y quedó la puerta entreabierta. Entonces miré como se sacaba la bata, quedando desnuda al entrar en la ducha. Vi su espalda atlética y su hermoso culito y entonces el Edipo que estaba escondido en el pasado volvió corriendo pidiendo su oportunidad. Noooo, me negaba. No puedo estar pensando esto. Soy un depravado, como me puede calentar mi madre. En fin, traté de olvidarme y encendí la televisión, aunque mi mente no podía dejar de pensar en lo que acababa de ver. 
Quince minutos después, Kari salió con su bata y una toalla en la cabeza que destapó delante de mí. Vi entonces cuando soltó su pelo negro mojado y esa imagen me calentó mucho más. 
Bueno, ahora me voy a bañar yo, dije. Luego dormimos y mañana seguimos viaje, le dije a mi madre. 
Entré al baño y llené la bañera con agua caliente. Me hice un baño de inmersión y a su vez me masturbé locamente pensando en todo ...