1. Mi excitante paseo por la playa con mamá


    Fecha: 21/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Jorgecaliente69, Fuente: xHamster

    ... más turgente, acaricié la entrada a su vagina, metiendo primero un dedo, sacándolo, metiéndolo, una y otra vez, como si me la estuviera follando, luego dos dedos, tres, prácticamente los cinco dedos.A estas alturas, mi madre, aunque no soltaba mi verga erecta y dura, ya no me masturbaba, no podía, simplemente gozaba, jadeando y gimiendo cada vez más fuertemente. Era yo el que la estaba masturbando.Una vez abierta su vagina, me concentré en su clítoris, despacio, con un ritmo lento, cansino, al ser el órgano que respondía mejor a mis caricias.Empezó a balancearse adelante y atrás, adelante y atrás, chillando ya sin ningún pudor. Se estaba corriendo, pero también yo quería mi rico orgasmo, así que la solté la mano de mi verga, y, dejando que se corriera, me coloqué a su espalda.¡Era mi ocasión, la ocasión de follármela por el culo, de desvirgárselo!Dirigiendo mi polla con mi mano derecha a la entrada a su culo, la monté por detrás, sin encontrar ninguna oposición por parte de ella, que disfrutaba todavía de su corrida, comenzando a cabalgarla.Sentía cómo mi cipote entraba y salía de su ano, ayudando en su deslizamiento la cantidad de fluidos que había.Mis manos la sujetaron por las caderas mientras me la tiraba, luego fueron a sus tetas y, sujetándola, la embestí una y otra vez, sin recato, sin importarme quien pudiera vernos, dado lo salido que estaba, y me corrí, me corrí a lo bestia dentro de ella.En el momento del orgasmo, debí apretar demasiado sus tetas con mis manos ...
    ... ya que la escuché chillar dolorida, pero enseguida aflojé la presión.Estuve un rato, también yo disfrutando de mi corrida, con mi polla todavía dentro de ella.Tuve en ese momento conciencia de que la gente que pasaba por la orilla de la playa, nos miraba, algunas falsamente horrorizadas, otros sonrientes, deseando hacer lo mismo con su pareja en cuanto tuvieran ocasión.También mi madre debió darse cuenta de los espectadores que teníamos, por lo que, moviéndose hacia delante, liberó mi verga del lascivo abrazo.Limpiándose el esperma entre las nalgas, me ordenó de nuevo, viendo que los espectadores se iban marchando:Ahora te toca a ti. ¡A por las toallas!Y al ver que no protestaba, tan distraído estaba gozando de mi orgasmo, que me detalló lo que tenía que hacer.Traete dos toallas grandes, están las dos sobre la arena, ¿no las ves?, al lado de donde duerme tu padre. Y si tu padre se despierta le dices lo que ya sabes, que las olas nos quitaron la ropa y se la llevaron. Pero tú trae siempre las dos toallas.Me alejé camino de la orilla, reptando incluso para estar el máximo tiempo con mis genitales cubiertos, hasta que, en la mejor ocasión que tuve, salí corriendo lo más rápido que pude del agua, y cogí las dos toallas deseadas, esparciendo toda la arena que llevaban encima sobre la cara de mi padre que todavía dormía.Corriendo de vuelta me crucé con una pareja de ancianos que me miraron horrorizados, especialmente los genitales.Pero no había marcha atrás, y, chillando en plan ...