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Pregunta Comprometida
Fecha: 01/06/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... hasta que esté adentro. -¡Si! Lo sé. ¡Es el placer de sentirte! Fui entrando. El glande estaba adentro. A Laura no tenía que decirle que si le duele me avise, como a las nenas. ¡Tenía su experiencia! Solté la pija y la tomé de la cintura. Seguí penetrando. El placer era indescriptible. No solamente por el hecho de estar dentro de un culo portentoso, sino por el placer síquico y estético de mirar ese culo magnífico, mientras tomaba posesión de él. ¡Llegué al fondo! Ninguna queja por parte de Laura. Se movía levemente como para mejor acomodar la pija dentro suyo. Comencé un ralentizado mete y saca. Siempre con el glande adentro. Algunos gemidos de placer por parte de ella. Hacia adelante y hacia atrás. Laura tomó mi ritmo. Lo regulábamos entre los dos. Se había apoyado sobre un brazo, con el coco doblado, y con la otra mano se masturbaba. Traté de no mirar más y pensar en otra cosa, no que estaba de excursión en uno de los culos más maravilloso que había conocido. Quería retrasar la eyaculación todo lo posible, por lo menos no antes del orgasmo de ella. ¡Al fin se la había clavado, hasta el fondo! ¡Un sueño imposible! La sentía latir dentro del recto de Laura. Ella me apretaba. Reculaba y salía al ...
... mismo tiempo que yo. ¡No quería qué esto terminara alguna vez! ¡Estamos repegados! Sentía los huevos rebotando en su concha. Ella seguía con una de sus manos en el clítoris. ¡Se masturbaba febrilmente! ¡Una idea loca! ¡No sé por qué! En un momento me tiré de costado sobre la cama, tomándola fuerte de la cintura, sin sacársela. Estaba con su espalda sobre mí. Giró y me besó. Mi pija seguía en el orto de Laura. Su boca sobre la mía. Con su mano la izquierda se agarraba una teta. Yo llegué con mi mano derecha a la concha. Le metí anular y mayor en la vulva. Laura retiró su mano. Con mi pulgar trataba de acariciar su clítoris. No era fácil, pero de vez en cuando lo conseguía. ¡Algo único! La pija en el culo, la mano en la concha, y sus labios y su lengua jugando con mí boca. -¡Ahahahaahggahhh! ¡Oh Dios! - Gemía entrecortadamente con su boca apretada contra la mía. - ¡Esto es glorioso mi amor! -¡Si! ¡Dale, dale, dale! -Por favor! ¡No me la saqués! ¡Ahahah! ¡Ayayay! ¡Me vieneeee! ¡Sísísíííí! -¡A mi también! -¡Nene! ¡Uy Dios! ¡Qué lindo! Nos sacudimos al unísono y llenamos nuestra ingle de fluido vaginal. El semen todavía estaba dentro de Laura. -¡Ay! ¡No salgás, no! ¡Quedate así! ¡Estoy en el paraisoooo!