1. Pregunta Comprometida


    Fecha: 01/06/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... buscar el lugar y el momento preciso para hablar. La casualidad fue que haciendo un trabajo con el padre - yo no sabía que lo era -, ella apareció…, y bueno… fue un shock. ¡Nunca había conocido alguien tan hermosa y simpática… y sí, ¡le caí muy bien…!
    	Mi idea era que ella me propusiera un mejor lugar para conversaciones “íntimas”. Creo que en algún momento lo lograría. 
    Por supuesto no seguí con el tema. ¡Que fuera ella quien quisiera seguirlo! Es lo de siempre: cuando querés hablar de sexo, aunque sea indirecto, es porque querés sexo. Es lo que yo pretendía. 
    -¿Y qué pasó?
    -¡Qué curiosa! Te dije que hablaría del tema en otra oportunidad.
    -¿Cuál oportunidad? 
    -Bueno…, otra ocasión, otro ambiente. “Calidad de vida” digamos… Lo que elijas.
    -Vos no sos pícaro o travieso. Sos un cara rota libidinoso. ¡Jajaja!
    -Sabrás que la libido nace con el hombre y dura hasta el último segundo de vida… En el varón y la mujer, digo. Vos también la tenés.
    -¿Qué cosa? 
    -La libido.
    -¡Hey! ¿Cómo sabés? 
    -Porque es así. Pura ciencia.
    -¡Jajaja! Me querés convencer.
    -¿De qué?
    -Que tenemos que estar en… “otra situación” para que me contés algo.
    -Claro. Espero convencerte. 
    -Hola señora… - Otro cliente.
    -Será hasta mañana…
    -Si…, un placer…
    -¡Jajaja!
    Y me fui. Se estaba enganchando… poco a poco. Era algo más que curiosidad. Y volví al día siguiente.
    -¿Así que yo también soy libidinosa?
    -Por supuesto. Pero eso no es nada malo, sino saludable. No solo sos una mujer hermosa… sino ...
    ... también… saludable…
    -Eso espero…, pero la curiosidad me mata. ¿Dónde querés que vayamos?
    -Donde quieras…
    -¿Vivís lejos?
    -Podés venir a casa cuando quieras… - No había vuelta atrás.
    -¿Así? Mirá vos…, que amable… - Pretendía ser irónica.
    -¡No! ¿Qué amable? Totalmente interesado…
    -¡Jajaja! ¡Y lo decís! 
    -Solo quiero contarte lo que querés saber…, sin interrupciones de clientes…
    -¿Y cuándo puede ser? – ¡Al fin se decidió!
    -Cuando quieras, en cualquier momento… del día… o de la noche…
    -Está bien. ¿Te parece mañana? A la mañana no voy a estar, así que no te veré…, hasta que vaya. ¿Dónde es? 
    -Acá nomás, a la vuelta. Tomá el número. Llamame. – Le alcancé el celu para que lo cargara.
    -A las siete. ¿Puede ser?
    -Por supuesto.
    -Si hay algún inconveniente te aviso.
    -Te espero, entonces…
    Y así quedamos. No la vería hasta mañana al atardecer. ¡Las siete! ¡Horario genial!
    A la mañana siguiente fui al kiosco. Me atendió la socia. Había una sonrisa pícara y cómplice en su hermoso rostro… ¡Le había dicho! ¿Quién había ganado? ¿Yo o ella? ¿Eh?
    A las siete todo listo. Puntual sonó el timbre. ¡Vamos todavía!
    La primera vez que la veía de cuerpo entero. ¡Una locura maravillosa! Todo perfecto en su justo lugar y medida… 
    Me dio un suave beso en la mejilla. 
    -El beso más dulce y cálido que recibí en diez años.
    -¡No seas tan zalamero! 
    	La tomé muy suavemente del brazo.
    -¡Oh! ¡Qué hermoso es esto! ¡Cuánta música y cuántos libros! - Laura estaba gozosa. - ¡Qué súper ambiente te ...
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