Pregunta Comprometida 3 - Relatos Eróticos

Pregunta Comprometida 3

... en la concha, apretando las piernas para que no cayera. Y le habló a su socia diciéndole que estaba “ocupada” y que iría más tarde. No sé qué le dijo Clara, pero Laura rio.
-Sí, está bien, descansaré ¡jajaja! – Me miró, guiñándome un ojo.
	Se dirigió a mí.
-Seguí calentándome con tu relato.
	“¿Sabés? Me llama mucho la atención que haya tantas cosas del sexo que no sepás. Vos estuviste casada por lo menos 17 años, ¿no?” “Si claro, 18 en realidad…, pero…, ocurrieron cosas. ¿Te lo pregunté? Creo que sí. ¿Cuándo te cogiste por primera vez a Noelia?” “¿Y eso que importa?” “Decime, dale, no pasa nada, no me voy a enojar ni nada por el estilo, pero quiero saberlo porque la nena era, y es, tan calentona como era yo de chica. Mirá, te cuento. Cuando comencé el secundario, todas la chicas hablaban de chicos, y de los que se habían “volteado”. Cogí con éste, o con el otro, o con aquel. Todas tenían su experiencia… ¡y yo nada! Me daba vergüenza ser tan poco “experimentada”…, y hacía rato que tenía muchas ganas. En la primaria, una compañera me había enseñado, en el baño de la escuela, como había que hacer para masturbarse y sacarse la calentura…, y yo lo hacía todos los días, dos o tres veces. ¡Me cuidaba bien de tener las uñas cortas para no lastimarme! Pero cuando llegué al secundario tenía que encontrar un chico que cogiera conmigo. ¡No podía quedarme así! Pero, en ese entonces, las escuelas eran de un solo sexo, por lo menos aquí. Y los chicos del barrio no me gustaban… Bueno…, ...

... había algunos que sí. Pero eran muy charlatanes y fanfarrones. Yo tenía miedo que hablaran sí me cogían…, hasta que pensé en un primo que tenía un par de años menos que yo. No sé si podría metérmela… ¡qué sé yo! Pero tenía que intentarlo, por lo cual, en una reunión familiar, estando solos, por supuesto, le pregunté si había estado con alguna chica. Él no entendió bien lo que yo quería decir, entonces le dije directamente, sin eufemismos, ¿Cogiste alguna vez con una chica? Decime la verdad… “Y… no…” me dijo. “Las toqué, las acaricié, las besé…, pero ninguna se dejó.” Entonces le dije directamente… ¿te gustaría coger conmigo? “¡Sí! ¡Claro!” Se entusiasmó. “¿Pero cuándo y dónde?” Yo sabía que ambos padres trabajaban, y además no tenía hermanos, igual que yo. Un día que sepás que podemos estar tranquilos, solos, voy a tu casa a “visitarte”. Llamás, y le decís a mamá si puedo ir a explicarte…, algo…, de matemáticas, por ejemplo. ¡Lo qué sea! Mamá no tendrá problemas. Voy… y lo hacemos ¿Te parece? No hubo dudas. Llamó al otro día… y eso le dijo a mamá. Por supuesto fui rapidito a “ayudarlo”. Estuvimos un buen rato tratando. Ni él ni yo sabíamos cómo hacerlo, aunque ambos habíamos espiado a nuestros padres. Al fin, ya con el pito bien parado gracias a mis caricias, conseguí que me lo metiera. Todo, todo…, le decía yo. Sentí dolor en un momento, pero le dije que siguiera… ¡y al fin tuve un orgasmo con un pito adentro! Luego supe que el dolor fue cuando me desvirgó. Eso me lo dijo una ...