Pregunta Comprometida 3 - Relatos Eróticos

Pregunta Comprometida 3

... compañera cuando le conté. También me dijo que si lo hacía varias veces no tendría más dolores y me iba a gustar mucho. ¿Ves? Yo te conté lo mío. Ahora te toca a vos.” “Pero vos no me preguntás cuando fue mi primera vez, sino cuando me cogí a tu hija. ¡No es lo mismo!” “Ya verás porque me interesa.” “Está bien, te cuento.”
-Antes te quiero decir algo, Lauri. Todo lo sucedido, todo lo que te cuento, es cierto, aunque en realidad, los diálogos, las palabras, no siempre son así, porque hay cosas que no recuerdo exactamente, palabras digo, son de hace muchos años, pero sí me acuerdo de los conceptos fundamentales, del carácter de los dichos y de las palabras. Lo que queríamos decir, tanto yo como Susy y Noelia, es así, pero, claro, es imposible acordase de todas las palabras por más que sean hechos de los cuales nunca me olvidé.
-Sí, lo sé. Me imagino. Es imposible acordarse de todo. –Laura comprende lo que pasa.
-Bueno, ahora puedo continuar.
	“Para hacerla corta. Tuvimos sexo cuatro días luego de conocernos…” “¿Cómo? ¡Cuatro días! Pero… ¿cómo es posible? Si la nena te conoció cuando viniste al barrio…” “No, no, cuando nos mudamos al barrio yo ni sabía quién era ella.” “¡Pero ella te “hechó” el ojo! Me dijo…” “¿Te dijo qué yo le gustaba?” “No, eso no. Me dijo que “al barrio vino a vivir un chico nuevo…” ¡Al barrio venían a vivir chicos nuevos cada mes! ¡Y nunca me había comentado nada! ¡Conozco a mí hija! Entonces le pregunté… ¿es muy grande? “Creo que está en el ...

... secundario…” ¡Ella estaba en el tercero del primario! ¡Me aterroricé! A mí también me gustaban los chicos grandes cuando tenía su edad… Pero…, perdoná la interrupción. Seguí.” “Yo la había visto con sus amigas por el barrio, pero no sabía ni quién era, nunca la había saludado, ni mirado… creo. Fue cuando yo estaba en tercero del industrial, y ella estaba terminando la primaria, creo. Estaban haciendo reformas en la casa que compraron para la asociación vecinal. Nosotros, mis amigos y los otros muchachos, los más grandes, resolvimos ayudar… para tener un lugar para bailar, lo más pronto posible. Al fin…, el último martes de agosto, de eso me acuerdo perfectamente, vino Noelia a traernos café y jugos… ¡Allí la conocí!” “¡Jajaja! ¡Cuando mi marido comentó que estaba un chico “Dani” colaborando, que le gustaba la decoración y la arquitectura… ¡jajaja!… de pronto a mi hija le agarró ganas de llevarles jugo y café… ¡qué casualidad!” “Bueno, el hecho es que fue cuando la conocí. La vi de cerca, me habló… y me derretí.” “¡Y te “levantaste” a la pobre criaturita…! ¡Jajaja!” “¡No! ¡Para nada! ¡Te lo juro! No quería saber nada…, para no pasar vergüenza como “ladrón de cunas”, como llamaban a los grandes que se metían con nenas… ¡Pero dejá que termine! Vino los otros días… hasta el viernes…” “…y el padre te invitó a casa…” “¡Pero no sabía que el señor con el que trabajaba era el padre! ¡Cuando la vi me quería morir! ¡Ni en pedo me podía “tirar” a la nena!” “¿Y entonces qué pasó?” “Bueno…, lo ...