de gerente a puta en un fin de semana - Relatos Eróticos

de gerente a puta en un fin de semana

... mi avión ya tenia 23 minutos en el aire (jajaja), lejos de sentir estrés o preocupación, me reí, tome mi celular y llame a la aerolínea, trate de comprar otro vuelo para esa misma tarde, pero el Sr. Martínez me acaricio las tetas y me pidió que me quedara hasta el domingo al medio día, no vi problema, (mi familia no me había llamado ni escrito en las ultimas horas, seguían de campamento) así que compre mi billete para las 12 del domingo. Lo que siguió del sábado fue igual de rico y placentero, no nos vestimos para nada, nos encerramos y jamás salimos de mi habitación, cuando llegamos a platicar quedamos en el acuerdo de que el no me dijera su nombre real, ni donde trabajaba, ni el rumbo por el que vivía, NADA, yo tampoco revele ningún detalle de mi vida, pero si hablábamos de nuestros sentimientos, nuestras fantasías, nuestras perversiones, el Sr. Martínez me conto que era la primera vez que tenia una aventura sexual tan intensa, la verdad es que yo le creí, no se si el me creyó a mi, pero al final poco importo, lo que mas peso tienen es que pase un fin de semana distinto y muy excitante, durante ese sábado hicimos de todo lo inimaginable, me cogió por todas partes y en todas las posiciones, fui usada a placer como nunca antes soñé.

Le domingo nos despedimos en la ducha con una sesión de sexo riquísima, el se marcho a su habitación para sacar su maleta y yo le pedí que nos fuéramos al aeropuerto en taxis separados, le pedí que el avión no nos dirigiéramos la palabra, ...

... tenia miedo de que alguien me reconociera y terminara la perfección del viaje. el Sr. Martínez estuvo de acuerdo en todo, lo único que me pidió fue que le regalar mis calzones usados, yo le dije que NO, eso no sucedería.

Por separado salimos del hotel y por separado llegamos al avión, ni un contacto visual, ni una palabra, éramos unos perfectos desconocidos, yo lo preferí asi, yo puedo tener una aventura sexual de un fin de semana, pero no creo poder lidiar con un amante de planta que bien puede salirse de control y echar a perder mi matrimonio. 

En el avión yo estaba sentada por la mitad de los asientos (por las alas) y el Sr. Martínez estaba sentado casi en los últimos asientos del avión.  Cuando el piloto del vuelo permitió el uso de baños en vuelo, yo me fui a los baños de la parte trasera y me quite la tanga, y cuando pase de regreso a mi asiento, pase discretamente y se los regale, fue tan sutil el movimiento que creo que nadie lo noto, esa fue el ultimo contacto que tuve con el Sr. Martínez.


Llegando al aeropuerto tomé un taxi a mi casa y ya no vi para donde camino el Sr. Martínez.

Casi llegamos empatados a la casa, mi familia estaba bajando las cosas de camping de la camioneta cuando yo baje del uber, nos saludamos muy contentos, yo traía una sonrisa absoluta imposible de ocultar, pero les dije que la sonrisa era por que en mi trabajo fui ascendida, mi familia me celebro y me felicito mucho, se pusieron muy felices por mi. Cuando terminamos de cenar, las ...