TERMINARON LAS VACACIONES - Relatos Eróticos

TERMINARON LAS VACACIONES

... pronto. Fue una noche excepcional en nuestra cama, en el sofá, en la mesa del comedor, sobre la mesada de la cocina, sobre la alfombra, en el suelo, todo, todo…, probamos…, todos los orificios toda la noche… Ambos quedamos tirados en el suelo. Y dormimos sobre la alfombra.
Luego, más tarde, cuando despertamos, y nos mandamos una buena cogida, con cubana y mamada incluida, Ari me dijo que había hablado con Patricia, para decirle que hoy yo no pasaría por la obra a la mañana. Su tía la captó enseguida: “¡nos seas guachita, déjanos algo de Dani para nosotras…” “¡Pero si lo tienen cuando quieren!” “¡No! ¡Ahora se niega a darnos el gusto! Se siente culpable… o tímido, que se yo… Dale, decile que venga a pasar un atardecer con nosotras. ¡Si! ¡Dale!” Ari le dio el gusto.
-Bueno, ya sabés… Tenés que darle el gusto a las “tías”, no lo dejés pasar! – Araceli era imperativa.
	¿Y yo qué iba a decir? No tenía más “remedio” que “darle el gusto”.
Pero…, yo soy el que piensa demasiado. En general, por lo que aprendí con la experiencia, las mujeres, en un trio con el varón, quiérase a no, siempre tienen algún tipo de relación lésbica. Por supuesto, que sean Patri y Romi, no traería problemas. Pero… se me había puesto que tenía que hacer algo que no las llevaran a tener sexo entre ellas. Pero lo tenía que pensar. ¿Cómo hacer para que eso no ocurriera? Que sean solamente mías…, sin interferencia de lesbianismo. Cuáles serían las mejores posturas, las que no las llevara a estar una encima de ...

... la otra. En primer lugar no tendría el menor sentido que se las chupe, a pesar de todo lo que a mí me gusta. Seguramente ellas se las chuparían mejor que yo. Al final no se me ocurrió nada en especial. ¡Qué sea lo que sea!
	Al final me animé. Les avisé y “me esperarían con las piernas abiertas!” Palabras de Romina. Estaban con la sonrisa de oreja a oreja. Los besos fueron una batalla de lenguas entre tres. Les tomaba el culo a ambas, una en cada mano.
-¡Vamos! ¡No perdamos tiempo! – Patricia estaba decidida a la “máxima velocidad.”
-¡Sí! ¡Claro! – Me tomaron una de cada brazo, pasando el otro brazo por mi cintura y subimos la escalera. Romi estaba desabrochando el cinto del vaquero. Ellas no tenían demasiado de que librarse. Solamente estaban con dos livianos baby doll a cual más hermosa y deseable. Me tiraron sobre la cama y me desnudaron en un minuto. 
-¡Eh! ¡Esperen! También quiero verlas desnudas.
-¡Cómo no! - Y se sacaron los baby doll. 
Yo reaccioné, por suerte.
-¿La beba?
 -Allí está. ¿No la vez? En la cuna.
 -¿No se asustará de nuestros gritos? 
-Por ahora duerme. – Y se fueron a la pija.
-¡Uy! ¡Cuánta ganas que tenía!
-¡Cómo la extrañaba! – Ambas tenían su opinión sobre la pija.
-Tanta belleza, tanto gustito, tanta humedad, es imposible olvidarnos de vos. 
-¡Sos lo mejor del mundo!
Hablaban sacando y poniendo la pija en sus bocas. Una y otra. Sus cálidas y húmedas boquitas me ponen al súper palo. ¡Qué hermosas son y cómo chupan! ¡Cómo pude tener dudas ...