TERMINARON LAS VACACIONES 3 - Relatos Eróticos

TERMINARON LAS VACACIONES 3

... cierto, que se dedicaba a la fotografía, en una oportunidad que, por casualidad, mi esposa fue al negocio del padre a revelar fotos, el hijo, que era mi alumno, al ver el apellido de la tarjeta, le preguntó si el marido era profe de la técnica. Allí le dijo que yo había sido elegido el mejor profe en los últimos años. Mi esposa no sabía nada. ¡Yo no lo había dicho porque me daba vergüenza!
-¿Te daba vergüenza ser el mejor profe o de cogerte a las chicas?
-¡Jajaja! – Una me jodía y la otra se reía.
-Está bien, si no me creen no les cuento más. – Me hice el enojado para que terminen con tantas preguntas.
-¡No te enojés!
-¡Es un broma! – Patri, que estaba a mi lado en la mesa, me dio un cariñoso beso en la boca. – Estoy segura que todas las chicas te amaban, aunque fueran “buenas alumnas”…
-¿Y cómo aparecieron los tríos? – Romi insistía.  
-De casualidad…, bueno en cinco años hubo varias oportunidades. Aunque, en realidad, las cogidas… de “a una” digamos, fueron más comunes, mucho más comunes. En esos casos podía ir al telo. No quiero vanagloriarme…, pero en muchos casos no fue por que tuvieran que “levantar nota”, sino porque tenían ganas…
-¿Ves? Era lo que decía. Todas estaban calientes con vos.
-Sí, seguro. Tener un profe de 26 años, que estaba tan bueno… ¿quién se resiste?
-¿Cómo qué estaba? ¿Ahora no? ¿No me queda bien el salto de cama?
-¡Jajaja!
-En general…, bueno…, en todos los casos, las chicas eran amigas y compañeras… y andaban a los tumbos…, y me pedían ...

... si les podía “enseñar” juntas. El problema es que con una podía ir al telo, pero con dos no. Así que había que buscar algún lugar apropiado. En eso yo era cómodo… ¡dejaba que buscaran ellas!
-Qué piola ¿no?
-En una oportunidad…, era un 21 de septiembre. Me invitaron a un picnic de estudiantes. ¡Fui el único profesor al que invitaron! Pero…, según me dijeron las chicas…, no se había enterado nadie. La cosa que fuimos varios, chicas y chicos, a una localidad de los suburbios… Cuando bajamos del tren…, fuimos hacía una casa quinta…, pero dos de las chicas, una de las cuales era la hija del propietario, que no tenían ningún problema con la escuela, me dijeron que querían que fuera con ellas a conocer la casa, un hermoso chalet. Una era gordita, no obesa, pero si con buenas carnes…, y la otra muy delgada… Yo como chiste cité un popular aviso de ese entonces: “antes y después del toddy”…, por la comparación entre ellas. “¿Y vos que preferís? ¿Antes o después?” “Me gusta antes y después.” “Vení.” Cada una me tomó la mano y fuimos a un dormitorio. “¿Probamos?” Me dijo la gordita…, y se apretaron contra mí, con abrazos y besos. No iba a perder tiempo. Comencé a sacarles la ropa…, y éramos seis manos al mismo tiempo sacando remera, pantalones, bombachas, corpiños y calzoncillos…, hasta estar los tres en la cama… ¡Fue muy bueno! En ese entonces yo no necesitaba pildoritas…         
-¿Cuántos polvos se mandaron? 
-Y… en media hora…, cuatro…, cinco…
-¿Les acabaste adentro? 
-No, no, ...