Desde las tías a la “cariñosa” 2
Fecha: 11/07/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... tu mamá te la chupa, ¿no?
-Y… sí… Cuando se fue mi papá, bueno…, antes de conseguir otra pija… se dedicó a chuparme a mí. ¡Y te juro que me gustaba! Nunca me habló de sexo. Pero lo practicaba conmigo. A medida que iba creciendo…, cada vez me gustaba más. Mamá nunca trajo algún tipo a casa. Pero…, como vi, muchas veces, como cogía con mi padre…, bueno…, aprendí como era eso. ¡En todo momento! Ni se fijaban dónde estaba yo. No les importaba… y dejaban la puerta abierta. Así que yo espiaba…
Yo seguía bombeando, despacito. Y seguíamos conversando. ¡Nunca había hablado tanto mientras cogía!
-¿Y? ¡Qué pasó?
-Un día le pregunté que le metía mi papá… que a ella le gustaba tanto… “¡Metémela, metémela!” Me explicó. Le pregunté porque yo no podría tener un pito adentro… Me dijo que era muy chiquita…, pero me iba a enseñar. Y me metía los dedos… Primero uno, después dos. Así… fue… como un día me rompió el himen para que no me doliera cuando un chico me la metiera. Lo mismo que hizo con Patri. ¡Ay, Dani! ¡Me gusta! ¡Te siento tan rico!
Aumenté la fuerza del bombeo. Le metí los dedos en la concha y Ari sonreía con los ojos en blanco.
-¡Qué lindo! ¡Qué lindo! ¡Aaaahh! ¡Acabo mi amor!
-¡Síííí! ¡Te la chupo!
Se la saqué del culo y me agaché para chuparle la concha. ¡Los jugos de Araceli son una locura! Lengua por todos lados. Sorbía todo. Se la dejé limpita,
-¡Metémela de nuevo y acabame en el culito!
-Síííí!
Nuevamente me erguí y… ¡toda adentro! Los huevos chocando contra la ...
... concha hacían plaf, plaf, plaf…
-¡Aaahhhyyyy! ¡VAAA…! - Y le llené el culo hasta las tripas…
-¡Qué placer papito! - Nos tiramos en la cama.
Ahora venían los besos, las caricias, las chupadas. Ari me dejó la pija súper limpita y brillando…
-Bueno mi amor, me tengo que ir… ¡De vez en cuando hay que trabajar!
-Si, y yo también. Las tías me están necesitando…
Nos bañamos…, lo más discretamente posible…, para no perder más tiempo, nos vestimos y bajamos. “Las tías” estaban vestidas. ¿Habrían entrado al dormitorio y nosotros no nos dimos cuenta?
-¿Se divirtieron? – Patri nos recibió sonriente.
-¡Por supuesto! Ahora… vamos a trabajar… - Ari contestó.
-¡Sí que tuvieron largas vacaciones! – Romi intervino, también sonriente.
Saludé a todas “mis mujeres”…, con un besito en los labios a cada una… También algún cariñito en la cola o las tetas… ¡Todas contentas!
Al fin puedo ver en que anda mi trabajo. De eso vivo. Por más que tenga clientes y/o socias como Patri y Romi…, hay que trabajar. Eran como las cuatro de la tarde. Apenas era la segunda obra que podía ver. Son 5, bastante para un tipo que trabaja solo. Una mía, dos con “las tías”, una de ellas solamente, y otra de otro cliente, sin ninguna relación de amistad.
Y de pronto suena el celu ¡Yolanda!
-Hola tesoro. Todavía no viniste a visitarme.
-Mañana a la mañana paso a verte.
-No…, demasiada espera. Vení esta noche a casa.
-No puedo…, anoche tampoco estuve en casa…, vos lo sabés.
-Si, claro. Me avisó Patri.
-Y ...