Desde las tías a la “cariñosa” 2 - Relatos Eróticos

Desde las tías a la “cariñosa” 2

... fuiste a “entretener” a tu hija.
-Claro, para que no se sienta tan sola. Y… hacía 15 días que no nos “entreteníamos”. 
-No puedo fallarle hoy…
-¿No la viste desde que regresaron? 
-No, no, hoy estuve con ella en lo de las tías.
-Ah… ¿estuvieron cogiendo?
-Claro…, una noche sin mi pija dentro de alguno de sus agujeros, es mucho para los dos.
-Bueno…, yo intenté reemplazarte.
-Sí, me dijo Ari…, buen juego un rato laaaargo.
-¡Jajaja! Si…, mi amor…, pero mi lengua, el vibrador y el consolador…, no es lo mismo que una buena pija…
-Sin duda…
-Vos estabas con las tías y yo… junto a Araceli. ¿Ya ves? Lo que le faltaba a ella, también me faltaba a mi…, y vos estuviste con ella… durante diez días… cogiendo mañana, tarde y noche… y hace un par de horas. 
-Pero no me vas a decir que no estuviste con ninguna pija adentro estos días ¿no?
-Por supuesto que tuve a varias adentro, por todos mis agujeros…, pero no es lo mismo con vos… Aunque
sea vení a las siete… Dame una horita por favor, te daré todos los gustos…
-Ya lo sé tesoro, ya lo sé. Todos tus gustos son los míos…
-Bueno, dale. Vení a casa. No te olvides…
-Pero… ¿No tenés abierto hasta las nueve?
-La dejo a Camila. Ella se arregla muy bien…
-Está bien. Nos encontramos luego…, pero le decís a la nena que estaré un par de horas con vos.
-¡Le diré! ¡Fantástico!
	A las siete en punto estuve en lo de Yoli…, pero un ratito antes recibí el llamado de Araceli… Lo esperaba. Sabía de su inquietud. “Me dijo mamá que vas a ...

... su casa. ¿Vas a estar mucho tiempo?” “No más de una hora…, hora y media, a lo sumo.” “¿Le vas a contar lo que hicimos en las vacaciones?” “¡Jajaja!” Nos reímos al unísono. “¡Sabés que a tu mamá eso le importa poco!” “Bueno…, podés hablar mientras cogen… Vos lo hacés muy bien… las dos cosas…” “Si…, tal vez… Depende de la calentura… ¡y de no tener ocupada la boca!” “¡Jajaja! Cuando la tenga en el culo o en la concha tendrá la boca desocupada…” “No siempre… Podemos estar jugando con las lenguas…” “¡Turrito! ¡Ya lo sé! ¡Les dejarás los agujeros como cacerola!” “Bueno…, creo que ya los tiene…” “¡Jajaja! Si, me dijo que durante nuestras vacaciones cogió con cuatro tipos! Más fácil para vos.” “Sabés que a mí me gustan apretaditos.” “Cómo Kirky ¿no?” “¡Cómo los tuyos!” “¡Jajaja! ¡Zalamero! Te espero en una hora entonces.” “Así será. Un beso grandote.” “Igualmente.”     
	Como es clásico entre nosotros, Yolanda me esperaba vestida, totalmente vestida. Sabe que a mí me gusta desnudarla, para ir besando cada centímetro de su cuerpo que queda libre de ropa. ¡Estaba hermosa! Como siempre. ¡Hasta con peinado de peluquería! No sé para qué. ¡Le iba a durar tan poco! Estaba con un elegantísimo vestido negro, con tirantes y generoso escote. Le bajé el escote y descalcé las tetas del corpiño. Antes que reaccionara la acosté y apoyando mis rodillas al costado de sus piernas me incliné a besarle los impresionantes pezones, duros como guijarros. En eso la sorprendí. ¡No se lo esperaba!” Siempre ...