Todo por el sueño americano (parte 3) - Relatos Eróticos

Todo por el sueño americano (parte 3)

... para marcharse, que avanzaron un kilometro de la ruta marcada y a lo lejos observaron un grupo de 15 personas de inmigrantes, entre ellos varias mujeres y algunos menores, cuando los alcanzaron, les dijeron de la ruta que tenían planeada y se asemejaba mucho al camino que alondra tenia que tomar, así que le quedaría perfecto, pero que ella sabía que no podía seguir y se despidió de ella aun con la insistencia de parte de alondra para ir hacia con su hermano.
así que regreso a como se acordaba y logro dar de nuevo con la cueva.
- pero, que pensabas al regresar aquí?, si ya no habría nada
- me imagine que regresarías, aunque no sabía si pronto.
ese nudo en el estómago se volvió a presentar, pensé que no volvería a ver su rostro 
- esta bien, te ayudare a salir de aquí para que puedas regresar a la ciudad de mexico, pero tendrás que venir conmigo hacia mi casa y de ahí llevarte al pueblo y así puedas tomar algún autobús.
- yo no te dije que quiero regresar a la ciudad, ya te expliqué que no me espera nada ni nadie
- entonces? …. pregunte
- tu estas solo, y yo también, si quieres podemos hacernos compañía, si tu me enseñas tu trabajo podría ayudarte, …. claro es solo si quieres.
la idea de tener a alguien a mi lado me convenció y mas una mujer hermosa como rosa, así que acepte de ...

... inmediato.
salimos de la cueva con todas las medidas de seguridad y ella llego a la casa para quedarse, dormíamos desnudos cada noche y cogíamos cada vez que se nos antojaba, las amistades y hasta algunos patrulleros se acostumbraron a verla conmigo y siempre supusieron que era mi esposa, aunque realmente nunca lo fuimos.
una noche mientras cogíamos, nos acordamos de alondra, y nos preguntamos si habría llegado con su hermano, … algún día lo sabríamos.
yo le pregunte a ella, si no le había molestado mi actitud con ellas esos días en la cueva.
- sabíamos que algo así sucedería en el camino, en cierta forma nos tocó suerte contigo, desde esa segunda ocasión sabia yo que ya no me iría de aquí, y que pasaría los días contigo, por eso cuando la escogiste a ella para coger, yo solo quise que la disfrutaras, porque sabría que conmigo lo harías en mas ocasiones. 
y así fue, no hay día que no lo hagamos
pasaron los meses, y una tarde al llegar de la ronda, encontramos entre la mosquitera de la puerta un sobre, la dirección que se leia en el sobre decía carson city, nevada, y el nombre de alondra
rosa salto de alegría, había llegado a su destino, se encontraba bien y su hermano estaba ayudándole para tener papeles en regla, y prometía un día regresar y si ambos estuviéramos de acuerdo, visitar la cueva.