Desde las tías a la “cariñosa” 3
Fecha: 14/07/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
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-¡Quedate en el salón mientras yo me acomodo! – La orden de Yolanda fue tajante. Camila volvió al salón de ventas. - ¡Fijate que no haya chorreado nada!
Yolanda fue al baño. Se lavó y arregló. Vestimenta, cabello y rostro. Maquillaje. Todo en orden. Volvió al salón. Al instante vino Camila sonriente. Los “adecuados” masajes que me había hecho a la pija dieron resultado. Camila se asombró y alegró al verme al palo. Se paró a mi lado, frente al sofá, acariciando la pija mientras nos besamos. Le saqué su blusita, el pantalón, el corpiño y la tanga, besando adecuadamente cada centímetro de su bellísima piel cuando algo quedaba al descubierto. Sus tetitas eran eso, tetitas, bellas, duras, pequeñas y erectas. Sus pezones, en la calentura, estaban como dedales. Besé y chupé ansioso. ¡Qué hermosa es esta nena! ¡Su culo es verdaderamente esplendoroso. ¡No hay otra manera de definirlo!
Cuando la di vuelta, ella se acomodó para mis besos. Metí mi cara entre sus glúteos y la lengua en el hoyito. ¡Una maravilla! Cuando retiré sus sandalias, le indiqué que se parara frente a mí, sobre el sofá. Su pubis quedaba justo frente a mi cara. La tomé de los cachetes del culo y la apreté contra mí. Las manos de Camila acariciaban mis cabellos. Recorrí con mis labios y mi lengua toda la saludable conchita de Camila. Sus juguitos aromatizaban el fruto del deseo. Abrió las piernas, flexionando las rodillas. Cuando metí la lengua en la vulva, Camila tembló…, y cuando aferré su clítoris con mis ...
... labios se sacudió, apretando mi cabeza contra ella. ¡Riquísimo orgasmo! Cuando la dejé “limpita” me aparté, y le indiqué que quería un beso. Cami se agachó y fue hacia mi boca. Nos besamos con ternura. Busqué su lengua y nos acariciamos con humedad y cariño. ¡Amo a esta muñequita!
-¡Papito! ¡Te quiero tanto! – Camila tomó mi cabeza y me apretó contra sí.
La acomodé sobre mi regazo, de frente. Nos besamos nuevamente mientras horadaba su conchita. Se sentó plenamente y empezó a jugar con sus caderas. Abrazados y con nuestras bocas en besos ardientes, sentí la belleza de un nuevo orgasmo de la nena. ¡Plenamente felices!
Le hablé al oído.
-¡Mi amor! Quiero hacerte un pedido… o dos…, como mejor te parezca.
-Si papi…, lo que quieras…
-¡Quiero tenerte para mí solo, solita, en algún momento!
-¿Yo sola?
-¡Sí! ¡Sin que nadie interfiera! ¡Toda para mí! No podemos ir a un hotel y en casa está Araceli. Cuando sepas de algo avisame por favor, cualquier día y cualquier hora. – Camila cabalgaba entusiasmada. Se mordía para que los gemidos no escaparan de su boca.
-¡Aah, ah, aaahhh…! ¿Y cuál… ahh… es el otro pedido…? ¡Aaaahh! Papi… me cuesta hablar cuando gozo de vos…
-Si podés decirle a tu mamá que me llame…
-Si… aahh, si papito… aahh… ¿Querés… aahh, coger… aahh… con mamita?
-Y… si… ella quiere… - Camila no sabe que ya cogimos en la trastienda de Yoli. Como quería estar a solas con Camila…, también quería estar a solas con Lorena.
Yo sabía que no podía acabar todavía. La ...