Desde las tías a la “cariñosa” 3
Fecha: 14/07/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... levanté y recosté en el sofá. Me agaché entre sus piernas. Ella supo que pretendía. Se tomó de los tobillos y me ofreció concha y culo a mi placer. Los besos, lamidas y chupadas fueron frenéticos. El nuevo orgasmo no se hizo esperar. ¡Sabrosura del paraíso!
-¡Ay Dios! ¡No puedo parar! – Uno tras otro…, jugos, fluidos, chorros, todo, todo, en mi boca, sobre mi cara.
Es eso lo que hace al sexo lo mejor del mundo…, junto a la comida… Bueno…, en este caso junto a la bebida. ¡Siempre el sexo viene acompañado de “bebida”… y cómo!
Repté sobre su cuerpo hasta su boca. Con sus tetitas no había posibilidad de hacer una cubana…, pero su boquita bien podía alojar la pija. Me arrodillé con las piernas a los lados de Camila, y me incliné hacia adelante. Ella recibió la pija contenta y golosa.
-¡Si papito! – Su lengüita acarició el glande con ternura. Sus labios apretaron el tronco y la fue engullendo, despacito, despacito… Camila movía la cabeza…, para adentro y para afuera… Facilité su tarea. Como tenía apoyada la cabeza en el sofá no tenía necesidad de tomarla. Comencé a cogerla por la boca…, despacito…, despacito. Una sensación única me recorrió el cuerpo. ¡Un escalofrío! ¡La eyaculación era inminente! Camila la tomó con ambas manos, para que no entrara más, cosa de no llegar a su garganta y darle arcadas…, y que yo no la saque! El escalofrío se transformó en sacudida. ¡Chorros de semen depositados en la boquita de Camila! Sin soltarme, Cami hacía lo posible por tragar todo… ...
... Algunas gotas chorreaban por las comisuras. Sus ojos en blanco y su mueca de sonrisa, traducían su placer.
-¡Aaaaahhhh…! – Respiró profundamente al tener boca y garganta liberada. - ¡Papiii…to…, que rico…!
En el ínterin oímos que entraron un par de clientas.
-¿Te parece que nos vistamos?
-¿Y…, no querés chuparme otro poquito? – Al escuchar a las clientas resolvimos hablar lo más bajo posible.
-Bueno, sentate. – Cami tenía necesidad de otro orgasmo.
Camila se sentó en el borde del sofá. Me agaché y volví a chuparla. ¡Estaba mojadísima!
-Si te viene no hagas ruido. Tapate la boca. – Le hablaba al oído.
-Si, si… ¡Así, así! ¡Aahh! – A pesar de la mano en la boca, Camila no podía callar.
En eso sentimos a Yoli a nuestro lado. Nos habló muy bajito, con sigilo.
-Chicos…, terminen pronto. Les cierro la puerta para que no se escuchen los gemidos…
-¡Ay, ay, papito! ¡Dale, dale! ¡Qué rico! ¡Me vieneeeee! – Me bañó la cara con sus mejores fluidos.
-Bueno mi amor. Me voy a lavar y vestir. Así “doña Yoli” no protesta.
-¡Jajaja!
-Schiiii…
Fuimos juntos al baño. Se le estaba yendo la vergüenza. Cuando Camila se sentó en el inodoro a orinar, yo estaba lavándome el rostro en el lavatorio.
-¿Puedo darme vuelta? ¿Me dejás ver cómo orinás?
-¡Uy! Me da vergüenza.
-Un poquito nomás- Quería convertirla en tan morbosa como la hermana.
Era hermoso verla orinar… Me daba ganas de bebérmelo ahí mismo.
-Me gusta mucho verte, tesoro. ¡Sos tan hermosa!
-¡Qué cosas decís!
Yo quería ...