1. Mi hermano, su esposa y yo II.


    Fecha: 18/07/2021, Categorías: Tus Relatos Autor: Anonimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... liquido transparente que emana de su linda vagina, quería tocar de nuevo sus nalgas, quería sentir la redondez de su trasero y sobre todo, tener la experiencia de succionarme con sus músculos vaginales, cada erección que tenia me reclamaba el calor de la vagina de la mujer de mi hermano; mi cabeza siendo cómplice de los reclamos tenia la tarea de crear de nuevo un evento que pudiera complacer mis deseos carnales. Y ahí estaba, en el asiento del copiloto viendo que yo subiera para emprender el viaje a nuestro primer destino de campaña, el trayecto que dura alrededor de 40 minutos fue efímero, yo en el asiento de atrás del piloto, solo podía ver el costado de mi cuñada, ella con un pantalón de mezclilla y una blusa corta que dejaba al descubierto brazos y hombros, era suficiente para estimular mis pensamientos, mis deseos. Mi hermano E, concentrado en el manejo responsable se dedico a contestar pequeñas preguntas que le hacía con referencia a la campaña. Ninguno de los tres emitió palabra con relación al evento del baño de la casa. Mi cuñada en algunas ocasiones volteaba a verme y con mucha discreción me sonreía, lo que me hizo entender que era la inducción al juego erótico que sin ponernos de acuerdo lo sabia mi hermano, ella y yo. Llegamos al lugar indicado, bajamos lo necesario y comenzamos la organización, mi hermano y yo hacíamos todo lo pesado, colgábamos lonas y pancartas, mientras que mi cuñada se dedicaba a dirigir la parte estética. Cuando terminamos pudimos darnos un ...
    ... tiempo para sentarnos y esperar la llegada del candidato y demás equipo de trabajo. Mientras esto pasaba, mi mente y mis acciones no quitaban la idea de estar cerca de ella, rosarla y sonreírle era una constante de la que mi hermano dio cuenta sin inmutarse. Pude observar que también le excitaba verme con esa cara de deseo y lujuria hacia su esposa. Le agradaba, sin embargo, todo era con cuidado, con recato, todo era disimulado…eso era aun más excitante. Terminado el evento, levantamos todas las cosas al coche y nos dirigimos al segundo lugar de campaña, esta ocasión era aún más lejos, por lo que pidió mi cuñada ir en la parte de atrás para poder descansar mejor. A hora yo, en el asiento del copiloto volteaba de reojo a verla, ella con más libertad podía regalarme una sonrisa más pronunciada, más coqueta. Para este momento mi mente se le dio por ir mas allá de las miradas y sonrisas, quería tocarla, sentirla, deseaba comprobar y saber si esa sonrisa era la que me había imaginado, que ella también jugaba al erotismo, que estaba de acuerdo con mi deseo de volver a repetir lo que pasamos en el baño de su casa. En ese momento mi mente dio la orden para que mi mano derecha se deslizara entre mi asiento y la portezuela, en este pequeño resquicio pude mover mis dedos y decirle sin palabras que quería todo con ella, que deseaba tenerla nuevamente, que no aguantaba más, que mi pene lo había tenido todo el trayecto muy erguido por pensarla, por imaginála desnuda en mi cama, por pensar ...
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