1. Con quien menos lo imaginé, el muchacho más guapo y mujeriego. Segunda parte.


    Fecha: 19/07/2021, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: soyAriel, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... fuerte grito de dolor que no pude contener, si bien ya había recibido las vergas de Roberto, Pedro y Mariano, que eran muy buenas vergas, la de Arturo las superaba en diámetro y longitud, así que eché el culo para delante y me zaf.
    
    -	Quieta, tranquila, relájate, ponte flojita, me decía al tiempo que volvía a ponerme en posición, te dolió porque estabas tensa, no debes apretar.
    
    Sentí que apuntó nuevamente la punta de su verga en mi hoyito y empezó a empujar el enorme tronco de carne, mi culito se seguía resistiendo, hasta que de pronto sentí nuevamente que me partían en dos y lancé un nuevo grito, mis pliegues se abrieron y entro la enorme cabeza en mi interior, nuevamente me intenté zafar, pero ahora me tenía bien sujeto de la cintura y no permitió mi escape. Al oír mi grito exclamó.
    
    -	Shhhh, calla, calla, tranquila, putita ya entró la cabeza, es la parte más gorda, aflójate, no quiero lastimarte, no me voy a mover, hasta que te relajes y empieces a disfrutar, que rico se siente, me encanta como aprietas la cabeza de la verga, que culito tan sabroso tienes.
    
    Me dio una fuerte nalgada y sentí que me distrajo y me ayudó a relajarme, ya no me dolía tanto y se lo hice saber.
    
    -	Me arde, pero ya disminuyó el dolor, Arturo.
    
    -	Mmmm, que bien, me has aguantado bien la verga, ahora tranquila que empieza el goce- 
    
    Se empezó a mover, en un lento vaivén, muy suave, sacando y metiendo cada vez un poco más, siempre poniendo un poco más de lubricante en su verga, ...
    ... abriendo mi colita, era tan gruesa que sentía igual que el día que me desvirgaron, los pliegues de las paredes de mi culo estirándose y posiblemente algunas fibras musculares romperse ante el avance de ese enorme cilindro de carne, hasta que me la metió hasta donde ya mi culo no daba más,
    
    -	Ay Arturo, me la has metido toda, no puedo creerlo, soy tu putaaaaaaaaaaaa
    
    -	No nena, todavía falta un poquito más, casi, pero todavía te falta para graduarte de puta, una puta se la come entera.
    
    Estiré mi mano rumbo a mis nalgas y toqué entre su verga y mis nalgas, era cierto, me había empalado completamente hasta el final de mi culo y todavía faltaban unos dos o tres centímetros de polla,
    
    -	Ay Arturo, es que es tan enorme que no le cabría a ningún culo, siento que me traspasas, de tan profundo que me llega
    
    -	No mami, claro que hay culitos que se pueden comer mi verga entera, y estoy seguro que el tuyo es uno de ellos, aguanta un poco más.
    
    Me tomó de la cintura con una mano y continuó con sus embestidas, largas y profundas, con la otra acariciaba mi espalda y nalgas, de ves en cuando me daba una nalgadita o me la abría para ver como su enorme tronco me perforaba, me tenía chillando de placer, jamás había sentido nada igual, efectivamente el roce de su verga en las paredes de mi culo me causaban corrientes de placer que iniciaban en mi columna vertebral y me recorrían todo el cuerpo, en ocasiones se movía en forma circular procurando que la punta de su verga diera placer a todas ...
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