1. Historias de oficina (10)


    Fecha: 25/01/2018, Categorías: Confesiones Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos

    ... y cada uno de ellos, al parecer ganan más con el repugnante general y sus sucios negocios.
    
    —Lo quiero vivo
    
    —Claro que sí, necesitamos tenerlo bajo nuestro poder para poder sacar la mayor cantidad de información que sea posible —respondió acercándose más a mí, tomo mi mano y la coloco sobre su pierna— por otra parte Sr. Vask me tiene muy pero muy abandonada —dijo mientras hacía que mi mano recorra la cara interna de su pierna en dirección a su sexo.
    
    —Sí, entendiendo lo que dice Srta. Berit… —dije sonriendo— “Solo te pido que no me mientas, nunca me mientas, pero sobre todo no me lastimes… por favor Víctor” creo que es mejor que me vaya, te llamo más arde —dije retirando mi mano de sus piernas.
    
    Salí del bar seguido por mis dos guardias, ingrese en la parte trasera del coche y ordene que me llevaran de vuelta a mi propiedad, no podía arriesgar a que Aigner se escapara, pero tampoco podía poner en peligro a Mariza por lo que tenía que atacar con toda la fuerza de la que dispusiera salvo un grupo que cuide de mi bella durmiente, entre en mi casa a ver si mariza seguía dormida, efectivamente no se había movido prácticamente mi reloj marcaba <5:45 AM> cada segundo era vital, las fuerzas del general notarían nuestra presencia, me dirigí a la cocina a prepárame una taza de café que reponga mis energías.
    
    —¿Terminaste de apreciar la belleza de la cultura alemana?
    
    Casi tiro la cafetera cuando me di vuelta rápidamente sacando un revolver que descansaba en mi cintura, ...
    ... mi inexpresivo visitante solo levanto las manos
    
    —Mierda Flix… —solté respirando agitado al tiempo que guardaba mi arma— ¿Cuál es tu fascinación con ingresar sin permiso en mis propiedades?
    
    —Tengo que hacerlo, prometí a Lorena que cuidaría de ti muchacho —su ceño se frunció mirando mi arma— y parece que estas por hacer una estupidez. Ella no aprobaría que vayas por ahí armado.
    
    —Voy a dar un golpe contra Aigner, si quieres venir eres puedes hacerlo sino retírate de mí vista y vete a esconder a algún lugar mientras yo me encargo de todo —dije dándole la espalda.
    
    Ese fue mi primer error, me sujeto del cuello mientras doblaba uno de mis brazos tras mi espada, intentar golpearlo fue el segundo error, un fuerte rodillazo en mi estómago se encargó de dejarme fuera de combate mientras mi cabeza fue golpeada reiteradas veces contra la heladera, estaba totalmente fuera de combate una de tus manos tomo un puñado de mis cabellos tirando de ellos mientras mi cuerpo seguía siendo presionado contra la superficie del electrodoméstico.
    
    —Ahora escúchame niño mimado, no hace falta que juegues a hacerte el muchacho rudo conmigo, no trabajo para vos, no te debo nada lo único que me une a vos es esa promesa que debo cumplir con Lorena.
    
    Me soltó y me quede mirándolo mientras intentaba reponerme de los fuertes golpes que me había dado, se acomodaba su fino traje eliminando unas pocas arrugas mientras me miraba fijamente.
    
    —A mí también me duele está bien, no sos el único que quedo ...
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