1. Mi mamá me ama 2


    Fecha: 12/08/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... tranquila. Relajate. Vas a ver que la pasamos muy bien.
    -Y… bueno… si vos querés.
    -¡Claro que quiero! Es la manera de divertirnos, mientras me pongo a punto… ¡Te va a gustar! 
    Ari bajó las rodillas del respaldo, se paró sobre el sofá, giró y apoyó la concha en mí boca.
    -Si, así, así, justo así. Dale…, oriná.
    -Aaahh… sííí… bueno… no sé si voy a poder. ¡Es una experiencia nueva!
    -No te preocupés. Relajate…
    -Ahhh… sí, me vienen… las ganas… 
    -Dale…
    -Ahí… 
    Ya no hablé más. No quería perder una gota. Estaba riquísimo. Tragué todo. ¡Cómo medio litro! ¡Tibio y saladito! ¡Cómo caldito de verduras!
    -Aaah sííí… ¡qué ganas!
    Yo seguía con la boca pegada a la concha. ¡Hasta la última gota!
    -¡Fue lindo papito! ¡Me gustó!
    Se la sorbí toda. Se la chupé, se la lamí. Quedó limpita.
    -¡Mi amor! ¡Qué lindo! ¡No sabía de esto!
    -Bueno… ¡ya tenemos un jueguito nuevo! - ¡Y pensar que si Miriam no habría querido verme mear no se me habría ocurrido!
    -¡Qué lindo! ¡Con vos todo es mejor! ¡Y siempre algo nuevo! – Araceli estaba esplendorosamente feliz. - ¡Y el placer…, me hace tan feliz! ¡Vamos a la cama! Me parece que la tenés bien dura… 
    -Creo que sí. Probemos…
    Fuimos al dormitorio abrazados. 
    -Sentate aquí, en el borde. – Ari me indicó lo que quería. Se arrodilló y comenzó a mamar sin preámbulos.
    -No demasiado, preciosa. No quiero acabar pronto…
    -¡Jajaja! ¡Te entusiasma mi mamada!
    -¡Me vuelve loco! Vení, montate. 
    -Esperá, quedate así.
    -¿En la colita?
    -No, no, en la ...
    ... conchita. Me quiero mover arriba tuyo.
    	¡Y cómo! Se sentó sobre mí, guiando la pija a la concha, se “autoenterró” y empezó una cabalgata feroz. Yo con las piernas en el piso. ¡Menos mal! Hacia arriba, hacia abajo, adentro, afuera, moviendo las caderas y el culo en círculo. Apoyando sus manos en mis piernas… ¡No dejaba de moverse!
    	De pronto salió. Araceli está dispuesta a tener la iniciativa. Se paró a mi lado y puso una pierna sobre la cama. La otra en el piso. Obvio, me paré y se la clavé. Ahora tenía que moverme yo. Penetración salvaje. Ari la quería así, con todo. ¡Ya habría momentos para ser suave! Ari giraba la cabeza. Me miraba sonriente y nos besábamos. ¡Salvaje y cariñosa!
    Le tomé las tetas…, como a ella le gustaba. Levanté los pezones. Ari los alcanzó con la lengua. Le encantaba chupárselos, como a mí…, y también le encantaba chupárselos a Kirky, como comprobé en el resort. Creo que es momento oportuno… No hubo tiempo. Quería hablarle de Kirky… pero me ganó de mano.
    Ari se acostó en el borde y levantó las piernas. Entré nuevamente. Estábamos ardiendo. ¡Calentísimos! Se agarraba y apretaba las tetas. Mordía su labio inferior. Todo síntomas de calentura suprema. Se sacudió, se arqueó y derramó, bañando el choto, la ingle y la cama. Menos mal que hace rato pusimos sobre el colchón, debajo de las sábanas, una suave protección que parecía terciopelo. La única manera de tener seco el colchón. Más que nada los jugos de ella, porque cuando acaba con mi pija adentro, sea en la ...
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