Mi mamá me ama 2 - Relatos Eróticos

Mi mamá me ama 2

... concha o el culo, yo no puedo hacer tan rápido para chupársela.
Primero me pasó las piernas por la cintura, apretándome contra ella. ¡Me parte en dos cuando acaba! Luego aflojó, levantó las piernas y las recogió sobre ella. Es embelesante ver cómo pone los ojos en blanco, o se muerde los labios, o entreabre la boca, sacando la lengua y lamiéndose. Gimiendo levemente, jamás a los gritos… Estábamos en una cogida salvaje y larga. Sí, es así. Cuando lo hago rápido y salvaje, me aguanto más que cuando lo hago suave y despacito. De esta manera me resulta más placentero. Así me “muero” rápido.
Levantó bien las piernas y se corrió hacia el interior de la cama. Me posibilitó tirarme junto a ella, de costado. La tomé de la cintura y apunté el choto al orto, y coloqué el glande en el ano. Pensaba entrar despacio… Ari giró la cabeza, me miró y me pidió que metiera todo… No lo hice, quería que fuera lento. Ella quería otra cosa. Reculó de golpe y la pija penetró hasta la mitad. 
-¡Oh dios! – No pude contener el grito. 
-¡Dale! ¡Dale! ¡Métela! 
Hice lo posible. Llegué hasta las tripas. Araceli se movía ardiente: mete, saca, meta, saca.
-¡Pará! ...

... ¡Pará! – Yo gritaba socorro… 
Ari sé retiró de golpe y mi pija quedó huérfana de abrigo. 
-Quiero montarte. ¡Vamos! – Araceli seguía con el “mando”.
Me acomodé boca arriba y ella montó de espaldas. Quería mostrarme el fabuloso culo. Comenzó salvaje cabalgata. Cuando me sintió temblar, Ari rápidamente se levantó y se dio vuelta. Se agachó y se metió la pija en la boca, hasta el fondo. Mi sacudida fue inmediata.
-¡Aaagggg! ¡Síííí! ¡Mmmmmmmmm! - ¡No dejó caer una gota!
Nos quedamos acostados, regulando la respiración, sonriendo y besándonos. ¿Será este el momento oportuno?
Dejé pasar unos minutos…
-¿Qué te parece? ¿Le digo a Kirky que venga?
-¿A casa?
-Si, claro. Me dio la impresión, por lo que me dijo, que tenía ganas de “revivir”…, bueno…, la reunión en el resort…
-¡Jajaja! ¿Se quedó caliente de mí o de vos?
-Bueno…, eso no me lo dijo…
-¡Jajaja! Tendrías que salir con ella…, y después de una buena cogida, preguntarle si todavía tiene ganas de venir a casa. Yo creo que en el resort vino con nosotros porque quería coger con vos.
-Mirá… a mí me pareció que estaban muy entusiasmadas…, las dos… y no por mi…
-¡Jajaja! Decile lo que quieras…