Mi mamá me ama 3 - Relatos Eróticos

Mi mamá me ama 3

... perfección griega… Quedé hipnotizado. Pensé en las conchas de las otras mujeres que frecuentaba por entonces. No encontré competencia. Tal vez la de Lorena…, puede ser, pero mucho más baqueteada. Kirky… todavía parecía virgen…, así, desde “afuera”. ¡Dos hermosos pancitos para hamburguesa!
-¿Qué mirás?
-Tu vagina… ¡es perfecta…!
-Aaah… no… ¡Me da vergüenza…! ¡Me mirás como si fuera un crustáceo…! Un bicho raro… ¡qué sé yo!
-Es que estoy hipnotizado. ¡Es maravillosa! – Kirky se movió para abrir las piernas. – No, no abrás las piernas. Quiero seguir viéndote así. No hay quien pueda superar esa belleza… Tal vez… tu mamá…, ella también la  tenía así de hermosa…
-¿Sabés Dani? Sé que mamá sigue añorándote… No me lo dice directamente. Supone, con razón, de que eso me haría daño. Traería de nuevo mi inmensa cagada…, pero sé que te recuerda como a nadie…
-¿Y?
-Bueee…, podría ponerte en contacto…, arreglar una cita con ella…
-No, no, no quiero eso, no…
-Digo que podría…, no que lo haría… Tengo miedo que si la ves, nuevamente te olvidarás de mi… - Kirky me miraba ansiosa. - Por eso no lo haría… ¿Ves? Soy tan egoísta que… a pesar de lo que le hice…, sigo teniendo envidia de mi mamá…
-No olvidés lo que alguna vez hablamos. No puede saber tu madre que nos “frecuentamos”…, aunque sea de vez en cuando…
-¿Por qué de vez en cuando? ¡Quiero que sea todos los días!
-Eso ya lo hablamos, tesoro. Ya veremos…
-¡No soy una nena! – Kirky se sentó en la cama.
-No…, si…, pero… - Yo no ...

... sabía que decir…
-¡No soy una nena, carajo! – Kirky estaba realmente enojada. – No quiero ser solamente la nena linda  que coge fantástico, modestamente. ¡No quiero solo eso!
-Si… tesoro…
-¡Sí nada! ¡Quiero ser esa que te hace feliz en la cama, que goza del sexo junto a vos! ¡Pero quiero ser también tu amante, tu amiga, tu compañera! Quiero estar siempre con vos, en la cama y también en el trabajo, en el ocio, en las cosas que gustan, una pintura, una música, el cine, el teatro. La danza…, todo… Hay muchas cosas que no sé, pero quiero que me enseñés, quiero ser lo suficiente para estar con vos, tu mujer, totalmente tu mujer…
Pavada de discurso… ¡y hablaba en serio!
-¡SÍÍÍ! ¡Dame alguna esperanza!
-¿Venís a casa? – Intento llevar la “conversación” hacia otra cosa.
-¿A tu casa? ¿Luego?
-No soncita…, podemos quedar muy cansados…
-¡Jajaja! – Por lo menos volví a sacarle una sonrida…	
-Mañana a las ocho… ¿Tenés ganas?
-Sí, bárbaro…
	Seguíamos en la cama. Volvió a recostarse, de espalda, con las piernas cerradas para que yo disfrutara de la visión de sus labios mayores. Estaba a su costado. Me agaché y metí la lengua en la rajita, en el mismo sentido que los labios. La recorrí de arriba abajo, sin salir iba deslizando la lengua dentro suyo, todo lo que daba. 
-¡Ayayay! ¡Papi… me muero! ¡Aayy! - Gemía cada vez más fuerte. -  ¡Te veo en el espejo! ¡Diooosss!
Lanzó un tremendo squirt. En ese momento mi lengua estaba más arriba de la vulva. Inmediatamente, cuando sentí el ...