1. El gordo Lito ( Tercera y última parte)


    Fecha: 31/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... fue resignándose y cual potranca vencida se entregó por completo a su joven amante y no le quedo más que dejarse sodomizar. Aquella indescriptible visión había encendido nuevamente los eróticos instintos de María, quien empezó a refregarse la crujiente vagina que aun vomitaba espesos fluidos de blanquecino semen. Pero Toribio tampoco era de acero y finalmente para alivio de Leila, terminó pagando el precio de su lubrica satisfacción, potentes chorros de espeso y ardiente liquido eran vertidos sin parar en el vientre de la abatida párvula, mientras el sucio negro aullaba desaforadamente pleno de satisfacción. Una vez consumado el infame acto, Toribio abrazo a las dos sambitas prodigándole besos y agradecidas caricias, mientras estas se acurrucaron como cariñosas gatitas junto a él. Esto iba a ser el inicio a constantes momentos de impúdicas orgias y largas veladas de placer. Pese a las advertencias de Lito, no había lugar donde el negro no se culiara a las niñas; las cogía en el campo, en la piscina, en los baños, a veces a una, otras a las dos juntas. Las procaces negras se habían convertido en un festín para el frenético papión y ya había murmuraciones en cuanto a su conducta. Lito estaba preocupado y había pensado en despedirlo, empero aun lo necesitaba. Terminado el verano Leila cumplió los once años y por recomendaciones de un pariente, se fue a trabajar de sirvienta a un cercano municipio, viniendo solo los fines de semana, por lo cual las cosas se calmaron un poco. ...
    ... Toribio quedó solo con María, que ya con diez años, terminó por enamorarse perdidamente del negro y prácticamente se convirtió en su mujer. Una mañana en que la niña hacía compras en el mercado, de repente sintió fuertes mareos y siendo auxiliada por los vecinos, fue llevada a un centro médico, donde observaron extrañados los enormes pechos y el abultado vientre de la pequeña. Luego de simples exámenes el diagnóstico era evidente, María ya de diez años, tenía dos meses de gestación. Pronto se hicieron las investigaciones y detuvieron a Lito, que sin acusar al negro, demostró que no tenía nada que ver en el asunto por lo que fue liberado. Siendo la mejor amiga de María además de que andaban siempre juntas, Leila también fue interrogada en privado, después María, quien admitió, confesando haber sido penetrada anal y vaginalmente por Toribio en repetidas ocasiones, pero nunca menciono a Leila, no se dijo nada del gordo, que había estado al borde del infarto y ya se sentía en prisión. Pero el negro no corrió la misma suerte, pues más adelante admitiendo su culpa fue detenido y encarcelado provicionalmente. Sin embargo siendo María de una condición muy pobre, Toribio asumió su responsabilidad y se comprometió a correr con todos los gastos y tomar bajo su protección a la pequeña, que sin él, prácticamente quedaría desamparada y su hijo en la completa orfandad. Esto fue lo que salvo al negro de la prisión, más la declaración de la niña que confesó no haber sido forzada y ella misma se ...