1. El trípode


    Fecha: 07/09/2021, Categorías: Voyerismo Tus Relatos Autor: Alex, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... llegó hasta el fondo. Ahí abrí los ojos y solté un gemido de dolor y un placer exquisito. Lo dejó así por unos segundos para después embestirme cada vez más fuerte. Sus manos se clavaban en mi cintura y me partía en cada embestida de una manera implacable. Yo empecé a gritar cada vez que trataba de destrozarme. Empecé a venirme por tercera vez y me empecé a desesperarme. Sentía que me estaba destrozando por dentro pero me tenía secuestrada con sus fuertes manos. No podía escaparme y no sabía cuanto tiempo más iba a seguir, no bajaba su ritmo y no parecía que se fuera a correr pronto. Sentía su respiración pero no emitía ningún sonido más. Alcancé a mirarlo y tenía los ojos cerrados, sus labios apretados, en una especie de trance, lo cual me asustó en cierta manera. Pareciera haberse dado cuenta que lo miraba cuando aumentó aun más la fuerza, empecé a perder el control de mi cuerpo, la cantidad de dolor y placer me estaban haciendo perder la noción del tiempo y el espacio. En un momento recuerdo que me empezó a dar más rápido y su respiración se ...
    ... convirtió en un jadeo cada vez más fuerte. Parecía desahogarse conmigo, me penetraba casi con rabia, a un ritmo que me no me dejaba recuperar entre una y otra embestida, ya no podía más. En un momento se tiró encima mía, y lanzando un fuerte gemido noté como me inundaba de su leche. Notaba su respiración en mi nuca. Caliente como el semen que me inundaba por dentro.  Por un momento recordé que después sería Javier quien me fuera a hacer lo mismo. Yo convulsionaba por dentro, mi vagina pareciera querer más, como si tuviese vida propia, como queriendo succionarlo. Estuvimos así un buen rato hasta que fui calmándome. Me acordé de la grabación y lo mucho que se iba a calentar Javier cuando la viera. Le dije a Miguel que me había dado sueño y que conversáramos otro día del trabajo, que le iba a llamar, así que aproveché de darme una reparadora ducha antes de llamar a Javier y enviarle el video.
    Javier dijo que se corrió unas 4 pajas viendo el video, le encantó. Y le cobré la palabra, tenía que venir para saber qué se sentía ser un programador en mi cama… 
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