La chica del bar y mi amiga - Relatos Eróticos

La chica del bar y mi amiga

... ella se tocaba los pechos, hasta que llevo uno de ellos a su boca y lo lamió, y en mi mente pasó, no me quites mi trabajo, así que me fui al otro y lo empecé a succionar mientras las penetraba, jugaba con él, le pasaba la lengua, lo chupaba hasta le daba pequeñas mordidas que le provocaban unos gemidos singulares, creo que le gustaba mucho, por la posición no podía penetrarla profundamente así que me acomodé, y empecé a penetrarla profundamente pero despacio, permitiendo que sienta mi pene duro dentro de ella, y a mi permitiéndome disfrutarla, no hay necesidad de hacerlo a toda velocidad cuando se sabe como dar placer; mientras la tenía en esa posición, ella chupo sus dedos y esos dedos se los puso en la vagina, jugando con su clítoris de lado a lado y de arriba abajo, yo solo podía observar y disfrutar de lo que veía, una mujer que sabe como le gusta y lo que quiere, eso en la cama es muy excitante, subió la velocidad de los movimientos de sus dedos hasta que no aguanto más y surgió un grito de placer y alivio a la vez, después de ello se relajo su cuerpo, se agarro los pechos y desaceleró su respiración, parece ser que llegó a su orgasmo, y yo aún dentro de ella, pero es rica la sensación cuando se viene en tu pene desnudo, y sientes un pequeño chorro de su líquido, y al sacar tu pene está todo húmedo y con el fluido de ambos. 

Después de ello, solo pudimos expresar una risa de pícaros los dos y saber que lo que sucedió, tenía que suceder en ese momento. Es parte de la vida disfrutar los momentos que se presenten, con responsabilidad y entendimiento. Si las dos partes están de acuerdo y conscientes de lo que sucede, se pueden hacer muchas cosas.

Y así culminó mi sueño, desperté con el pene erecto y húmedo. Tuve un día muy tranquilo y me relajé al escribir este nuevo relato. Debo confesar que escribo por placer y como terapia para combatir el estrés.