1. Empleado para todo


    Fecha: 06/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Carlosle, Fuente: CuentoRelatos

    Durante mi juventud tuve relaciones sexuales con chicas y con chicos indistintamente. Debo confesar que mi preferencia eran las almejas, pero no le hacía asco ninguno a una salchicha. Después conocí a Blanca, me enamoré perdidamente de ella y aunque volví a tener algún que otro escarceo con chicos el sentimiento de culpa acabó haciendo mella en mí, así que decidí decirle a ella la verdad, lo pasó mal al principio pero después incluso fue mejor para los dos, introdujimos en nuestros juegos sexuales el cambio de roles, por lo que yo a veces era el hombre y otras la mujer lo cual me gustaba tanto a mí como a ella y abrió un mundo de fantasías que enriqueció nuestra relación como pareja. A partir de ahí no volví a necesitar tener relaciones con otros chicos hasta que conocí a Chema y esta es la historia que os voy a contar.
    
    Llevaba dos años con el camión de reparto, las cosas marchaban bien y yo no daba abasto al trabajo así que me decidí a contratar un ayudante, cargar el camión y después repartir la mercancía es un trabajo duro, necesitaba a alguien fuerte y con ganas. Entre todos los candidatos elegí a Chema, un chico de mi edad, un armario de metro noventa, fuerte como un toro y trabajador incansable. Todas las noches al final de la jornada nos dábamos una ducha en la nave que usaba de garaje para el camión, él al principio era muy recatado, procuraba tapar sus partes y no enseñar nada, yo sin embargo me desnudaba y duchaba sin darle importancia a que él estuviese mirando ...
    ... o no. Bien fuese porque ganó confianza conmigo o por sentirse ridículo de esconderse delante de alguien tan abierto, acabó también desnudándose sin pudor para mí regocijo y placer visual. Aquel cuerpo musculoso estaba acompañado por unas ricas nalgas y una buena verga, no era muy grande, pero si gorda con un buen capullo. A veces mientras estaba delante de mí secándose la cabeza con la toalla y yo pensaba que no me veía, sentía un tremendo impulso de agarrarla, ponerme de rodillas y tragar toda aquella cosa tan rica, me forzaba a mirar para otro lado antes de que me mis pensamientos lascivos me delataran produciendo en mí una erección y hacer el más tremendo de los ridículos. Alguna vez le daba un cachete en el culo cuando lo cogía de espaldas y cosas así en plan juego, a lo que él siempre respondía de buena manera, siempre pensé que la forma en que se lo tomaba era solo porque él pensaba que eran bromas sin otra malicia.
    
    Con el tiempo acabamos saliendo los tres Blanca, Chema y yo, salíamos de cena y después bailábamos en alguno de los locales de moda, un día después de unas cuantas copas lo dejamos a él en su casa y cuando llegamos a la nuestra ella me preguntó.
    
    —Este Chema estando tan bueno. ¿Cómo es que no tiene novia?
    
    —No lo sé, supongo que ser tan vergonzoso no le ayuda a relacionarse con las chicas. Además ¿Está tan bueno? —Pregunté intentando disimular inocencia.
    
    Ella se acercó a mí contoneándose como solía hacer cuando quería insinuarse, cuando llegó a mi ...
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