1. Empleado para todo


    Fecha: 06/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Carlosle, Fuente: CuentoRelatos

    ... el culo, al cabo de un rato vino para donde yo tenía la cabeza, le abrió las piernas a él, agarró su polla y comenzó a tragarla sin dejar de mirarme, la engullía toda de golpe y después la sacaba poco a poco hasta que llegaba al capullo donde le daba lengüetazos y acto seguido se la tragaba toda de nuevo, mientras tanto Chema había dejado de oler y empezó a comerme los huevos, después lamió la parte que va desde el escroto hasta el culo, arriba y abajo, luego empezó a hacer círculos con la lengua alrededor del ano, hasta que por fin metió la lengua dentro. Blanca se sacó la polla de la boca y me dijo:
    
    —Mira que gorda y rica, ¿Quieres comértela tú? —me preguntó.
    
    No hizo falta que insistiera, llevaba tanto tiempo sin comerme un buen rabo que la sensación se me hizo tremendamente placentera, sentir como movía las caderas para follarme la boca, saber que le estaba dando placer me provocaba un morbo tremendo. Lo disfrute durante un buen rato, hasta que Blanca me apartó lo cogió a él por la mano y lo llevó hasta una silla, después de sentarlo se dio la vuelta y se sentó encima, clavándose toda la polla en el coño, yo los miraba mientras me pajeaba, al cabo de un rato me dijo ella:
    
    —Deja de pajearte y ven a comerme el coño.
    
    Obedecí y me puse a comérselo, mientras ella se follaba aquella polla como una loca, después de un rato se levantó lo suficiente para que la tranca le saliera del coño y dirigiéndose a mí dijo:
    
    —Lubrícala bien con tu boca y dirígela a mi ...
    ... culo.
    
    Así lo hice me la tragué toda procurando que se mojase bien de saliva, le solté un par de escupitajos, la agarré con la mano y mirando a la cara de Blanca le dije:
    
    —Esta lista cariño, clávatela.
    
    —Tú no te muevas, déjame a mí sola —dijo dirigiéndose a Chema.
    
    —Y tú, dirige bien esa polla y no dejes de comerme el coño.
    
    Al capullo le costó un poco entrar, pero una vez que este estaba dentro se la metió toda de un tirón estuvimos así un rato, al cabo del cual ella puso los pies en las rodillas de él se recostó hacia atrás y me ordenó:
    
    —Ahora méteme tu polla en el coño.
    
    Dios que gusto da metérsela dos a la vez, es como si las vergas se acariciaran una contra otra, además todo es como más apretado, Chema le agarraba las tetas con fuerza y yo le mordía los pezones hasta que comenzó a gritar de placer y su coño se volvió una fuente de flujo. Cuando Blanca se está corriendo le gusta gritar obscenidades y en aquel momento se estaba yendo, pero de lo lindo:
    
    —¡Joder que me hacéis correr maricones, cabrones, que pollas más ricas tenéis, tu cornuda salida muerde fuerte mis pezones y tu rómpeme el culo a pollazos!
    
    Cuando terminó me agarró por la nuca, me dio un morreo largo mordiéndome la lengua y los labios luego me miró fijamente a los ojos y me dijo entre dientes:
    
    —Ponte a cuatro patas que ahora vas a ser tú la zorra.
    
    Volví a hacer lo que se me pedía me puse como me dijo, esperando ansioso a que me follara aquella polla, pero aún me hicieron sufrir un poco ...