Luis, Jacobo y un verano 23 Asaf come mi culo
Fecha: 07/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... que paró al lado de Asaf, hablaron sin poder escucharles y me hizo un gesto para que le siguiera. Entramos en una sala que era de todo para todo, tenían una mesa de despacho pequeña, ocupada toda ella por una enorme pantalla de ordenador, un sofá alargado, camilla con una sábana blanca, estanterías con botellas y frascos de todos los colores, y un armario cerrado, las lámparas eran de techo circulares. Podía pasar por ser un salón de masajes, sala de estar o despacho, también había alguna silla repartidas en distintos lugares. Dominaba unos olores muy extraños como las tiendas que venden velas perfumadas e inciensos aunque allí no había velas. Iván me miró inquisitivo y esbozó una sonrisa para animarme, al menos dulcificaba su cara de gurú, como le nombró Jacobo cuando le vimos por primera vez. Y era cierto, su cara cetrina, su cuerpo magro, su poco pelo recogido en la nuca y su nariz aguileña le confería una rara apariencia de faquir o gurú indio según mi primo, aunque lo que más sobresalía en él eran sus ojos que ejercían de imanes para atraer las miradas de los demás. Cogió un vaso y vertió un líquido azulado en él, lo mezcló con agua y me lo alargó. -Bebe para que te relaje. –dudé un momento y él lo notó, cambio el tono y su voz sonó acariciadora y grave. -No es para envenenarte, te sentirás bien. –cogí el vaso y comencé a beber de él, con prevención al principio, estaba caliente y sin embargo en la boca y garganta se sentía frío, pero su sabor era agradable. Cuando lo ...
... terminé me retiró el vaso de la mano y fuimos hasta el sofá. Nos sentamos. -Ahora, tranquilamente, me vas a decir que es lo que te pasa que no puedes danzar ni lanzarte a volar en el aire. –acudieron en tropel a mi cabeza todos los motivos y causas de mi enfado, no me daba cuenta pero le estaba contando lo que sentía por Patricia, por Julio y que me molestaba verles juntos. Me sentía adormilado pero vivo y la voz del gurú se convertía en seda en mis oídos, según le iba contando las lágrimas me salían, me sujeto la mano con la suya fuerte y protectora. -No llores, no hay nadie que merezca tus lágrimas. –me sentía solo y abandonado, todos esos días tan bonitos pasados con Julio, mientras estaba enfermo, ahora resultaba una mentira que yo me había creado. Iván era muy tierno, nunca me había percatado de ello y acarició mi cabellera. -Qué pena que a un niño tan guapo y sensible como tú puedan hacerle daño. –comencé a llorar de nuevo abrazándome a él. Entre congoja y sollozo empecé a contarle todo, Julio me gustaba y estaba enamorado de él y que quería sus besos. Iván me dio un beso en la mejilla y se lo devolvía besando la suya, seguí contando como Julio me follaba cuando quería y me ponía las braguitas para él y aparentaba ser una niña porque le gustaba así. Una confesión completa que hacía voluntariamente a mi gurú-confesor. -Deja de llorar bebe, él es un hombre solamente y en el mundo hay muchos, conocerás otros chicos, te has enamorado de su cuerpo joven y de esa verga que ...