1. Perdí la virginidad con mi hermano


    Fecha: 11/02/2018, Categorías: Microrelatos, Autor: Lila, Fuente: CuentoRelatos

    ... completo, hay una pensión, que es nueva, y aún no está en los listados, esta mañana tenía habitaciones, pero ahora no puedo decirte que todavía las tenga... de todas formas... toma, esta es la dirección, está al lado de la estación de autobuses. (Y marcó el lugar con un rotulador en el mapa que ella me dio junto con la información turística).
    
    —Vale, gracias, muchas gracias.
    
    Y me marché pensando que esa noche tendríamos que dormir en el coche.
    
    Cuando llegué al coche, le comenté a mi hermano lo ocurrido, me miró y dijo:
    
    —Nena, hoy dormimos en el coche.
    
    Y empezó a reírse mientras encendía el auto para ir en busca de la estación de autobuses. La encontramos rápido, aparcamos y llegamos a la pensión. Le preguntamos si todavía tenía habitaciones libres y la encargada dijo que solo le quedaba una doble. La acompañamos hasta ella y abrió la puerta, para nuestro asombro era doble, pero de matrimonio, los dos nos miramos y yo le hice un gesto a mi hermano de aprobación, así que sin más le dijo que nos la quedábamos. Teníamos que pagar por adelantado, le dimos los billetes y bajamos a por las mochilas.
    
    —Al menos no dormimos en el coche, tú tienes que estar agotado de tanto conducir.
    
    —No creas, pero sí que agradeceré dormir en una cama y no en el asiento del coche.
    
    Los dos sonreímos, subimos las mochilas y volvimos a bajar para ir a cenar algo. Encontramos, gracias a las indicaciones de nuestra encargada, un restaurante. La mujer debió de creer que éramos ...
    ... novios porque el restaurante estaba totalmente diseñado para cenas románticas, al menos eso nos pareció a nosotros al ver las mesas llenas de parejas haciéndose carantoñas, nos hizo gracia la situación y entramos a cenar. La verdad es que no teníamos mucho apetito, pero por la pinta que tenía la comida de las mesas contiguas pedimos buenos platos de comida. Como no, la cena fue con vino y entre platos, risas y comentarios de lo acaramelados que se veían a otras parejas, nos bebimos tres botellas de vino. La cena, con todo lo que fue, nos salió barata y al salir, decidimos ir a ver un parque que la propia mujer de la pensión nos había indicado. La señora sabía bien donde nos mandaba, estaba lleno de escondrijos donde si te fijabas, podías ver parejas magreándose.
    
    Los dos íbamos algo tocados por el vino y empezamos a espiar, como niños, a otras parejas, nos lo estábamos pasando en grande, pero tenía calor y ganas de darme una ducha. Se lo comenté a mi hermano y dijo que él también tenía ganas de ir a la habitación, así que volvimos a la pensión que, entre risas y eses que marcábamos al andar, nos costó bastante llegar. Cuando subimos, yo le dije que me iba a la ducha, cogí la toalla del baño y la saqué a la habitación, así que él entro para orinar, mientras yo me estaba desnudando, dejé mi ropa organizada en el escritorio que había junto a la televisión y dejé el sujetador doblado como de costumbre (es algo que no he visto hacer aún a ninguna chica cuando se echa a dormir, y es ...
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