1. Perdí la virginidad con mi hermano


    Fecha: 11/02/2018, Categorías: Microrelatos, Autor: Lila, Fuente: CuentoRelatos

    ... al vino porque ni recuerdo como mi hermano se metió a la cama, pero sé que desperté y tenía el brazo de mi hermano sobre mi cintura, como abrazándome y su cuerpo pegado al mío. No me moví, la verdad es que me sentía bien y protegida. Unos minutos después, yo seguía despierta, noté como algo crecía entre mi hermano y yo, era su pene, que estaba poniéndose erecto, debía de estar teniendo un buen sueño. A mí me gusto esa sensación y me moví un poco para pegar mi culo a su miembro, me movía suavemente, frotaba su dureza por mi culo y eso me producía un placer que me pedía más y más. El seguía durmiendo, con su pene erecto y yo decidí aventurarme un poco más, como pude, abrí un poco mis piernas y elevé un poco mi cuerpo para que su verga quedase justo rozando mis labios, yo estaba desnuda y lo sentía bien, y aunque era mi hermano, me estaba excitando mucho. No quería que él despertara, seguro que ponía el grito en el cielo, pero yo me estaba proporcionando un placer que poco a poco hizo que mis movimientos fueran más descarados. Casi sin darme cuenta, yo estaba ya alcanzando mi primer orgasmo cuando noté que su mano se acercaba sigilosamente a mi pecho y lo acariciaba, todavía sobre mi camiseta, jugó con mi pezón de tal forma que no pude aguantar más y exploté, entonces mi hermano dijo:
    
    —Nena, ¿Quieres sentir todavía más placer?
    
    —¿Todavía más? —alcancé a preguntar.
    
    —Sí, a no ser que te importe que seamos hermanos.
    
    —Soy virgen, —dije con boca pequeña.
    
    —No te ...
    ... preocupes, quien mejor que alguien que te quiera como yo lo hago.
    
    Y empezó a mover, ahora él su verga entre mis piernas, rozando con mis labios.
    
    —La verdad es que deseo sentir eso dentro de mí.
    
    —¿Estas segura?
    
    Sin responder me giré y le di un beso en la boca con lo que el abrió la suya y empezó a jugar con su lengua de una forma que nunca nadie había jugado. Me gustaba esa situación y el poco efecto que me quedaba del vino hacía que aún la disfrutase más, él comenzó por quitarme con arte la camiseta, ya éramos dos cuerpos desnudos dispuestos a proporcionarnos placer, a realizar un acto del que siempre nos habían hablado mal, pero que los dos en esos momentos, deseábamos realizarlo. Besó mis pechos mientras con sus manos recorría toda mi figura, estaba encima de mí, por lo que yo le dejaba hacer, sabía que mi hermano iba a hacerme sentir algo que todavía no conocía y que seguro iba a gustarme. Fue bajando su boca hasta llegar a mi entrepierna, la cual abrió con cuidado, y metió su cabeza entre mis muslos, yo estaba en la gloria, no quería que eso terminase nunca, mi hermano empezó a pasar su lengua por mis labios, jugando después con mi clítoris, hasta que llegó a penetrarme con su lengua, un torbellino dentro de mí, yo no sabía cómo moverme, el placer que me daba esa lengua, nunca lo había conseguido con mis tímidos dedos, y no quería que parase, me sorprendí a mí misma al poner mi mano sobre su cabeza, haciendo que entrase más, y entonces salieron los chorros tan ...