1. Perdí la virginidad con mi hermano


    Fecha: 11/02/2018, Categorías: Microrelatos, Autor: Lila, Fuente: CuentoRelatos

    ... doblarlo como si estuviese de exposición, metiendo una copa en otra y rellenándolas con los tirantes, quedando así totalmente la forma de la teta cuando llena el sujetador) me até la toalla y me fui para el baño, mi hermano entonces salió y fue a encender la televisión.
    
    Cuando salí de la ducha, él volvió al baño diciendo que le había entrado calor también, echó la culpa al vino cosa que no me extraño hasta que no me acerqué a la tele y me fijé en el sujetador, no estaba como yo lo había dejado, tenía la forma de una mano en la copa, con lo que estaba claro que mi hermano había posado allí su mano para ver cuáles eran las dimensiones de mis pechos. No le di importancia, tal vez lo único que había sentido era curiosidad, de todas formas, él era un hombre y yo una mujer. Cuando salió del baño, acababa de ponerme el camisón que más bien podía llamarse camiseta larga, él me miró y dijo:
    
    —Podías liarte un cigarro mientras yo me seco. (fuma tabaco de liar)
    
    —Solo si recoges tú las toallas.
    
    El asintió, así que cogí el chocolate, el papel, el cigarro y el mechero y me senté en la cama para liarlo. Él se secó, se puso el calzoncillo, metió las toallas al baño y se sentó en el suelo, enfrente de mí. Lo noté nervioso y fue justo cuando me dijo
    
    —¿Cuándo me vas a dejar probar ese... pitillo?
    
    —Cuando esté terminado, y tranquilo que serás el primero en hacerlo.
    
    Me estiré un poco y le alcancé su tesoro junto con el mechero, él sólo sonreía y miraba nervioso a diferentes ...
    ... lugares de la habitación, no entendí la situación hasta que, cuando le miré a los ojos, vi que su mirada estaba centrada en mi entrepierna. Recordé que no me había puesto bragas y que su nerviosismo estaba en que mi posición de piernas abiertas le estaba enseñando mi cueva, pero no hice movimiento, no quería que él se diese cuenta de que yo ya sabía qué era lo que ocurría. Seguimos hablando, él cada vez se metía más conmigo, siempre nos hemos llevado bien y sabe qué decirme para picarme, y la verdad es que lo estaba consiguiendo. No recuerdo bien qué fue lo que me dijo, pero acto reflejo fue abalanzarme sobre él para empezar una de nuestras peleas salvajes, los dos nos estábamos riendo mientras yo estaba sobre él, con unos cuantos movimientos, mi camiseta se había subido hasta mi cintura y mi hermano, sin hacerlo con esa intención (pues lo vi en su expresión) me agarro por los muslos, pero un poco más alto, con lo que estaba acariciando mitad de mi culo y al notar que solo era piel y no tela quitó las manos y se puso un poco más serio.
    
    —Lo siento.
    
    —No, perdona, lo siento yo, es que así estoy más cómoda, pero si quieres me pongo unas bragas ahora mismo.
    
    —No, ponte todo lo cómoda que quieras.
    
    Y sin más dijo que tenía sueño y que sería mejor echarse. Yo asentí y me metí a la cama colocando bien mi camisón corto. La situación era extraña, los dos estábamos algo turbados por el alcohol, pero habíamos sentido lo mismo cual el rozaba mi piel. Creo que quedé dormida gracias ...