1. Mi familia paterna


    Fecha: 12/02/2018, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... novio, pero no dije nada por no equivocarme y dejé pasar la curiosidad. Nos fuimos al río, dejamos el coche en un lugar espacioso y nos encaminamos cerca, a su zona preferida. Mientras íbamos encontramos a un tipo que se estaba bañando desnudo, nos saludamos y me alivió saber que no era raro en el lugar la desnudez.
    
    Llegamos al sitio y Gaspar se quitó la ropa y las zapatillas. Yo me quité el short y las sandalias. Me miró de arriba abajo, detenidamente. Yo lo miré de abajo hacia arriba como se hace en las películas. Vi su pene arqueado hacia abajo rodeando su escroto y abundante pelo púbico muy oscuro. Él me observó detenidamente, muy detenidamente, sin ningún recato. Dio la vuelta entera a mi alrededor y sonrió.
    
    —”Estás mejor de lo que me habían dicho, cabronazo. Afeitado, buen culo, y una polla que se deja ver, bien recta. No entiendo cómo te la guardas dentro de este short tan pequeño y estrecho que te marca bien, pero lo disimulas mejor”, dijo descaradamente.
    
    —”Magia o sabiduría…”, dije bromeando y moviendo las manos como los magos del circo.
    
    —”O experiencia de…; en serio, ¿eres gay?, preguntó directamente.
    
    —”Sí, soy gay, ¿tú también?, respondí esperando no haberme equivocado en la pregunta.
    
    —”¿Lo has notado o lo imaginaste cuando besé a mi novio en el castillo?, lo dijo y me dejó clavado sin saber qué responder, y añadió:
    
    —”Nos hemos besado así descaradamente para ver tu reacción, pero tú ni te inmutas”.
    
    Pero no hacía falta responder. Me empezó a ...
    ... hablar de su novio cosas simpáticas; luego me dijo:
    
    —”En un momento vendrá mi novio en moto a bañarse y luego a comer con nosotros, porque hoy vamos a comer a mi casa.
    
    —”¿Y mi padre?”, pregunté.
    
    —”Tu padre está todo el día ocupado con el abuelo, ya lo verás a la noche, ¡no te preocupes, joder!”, puso énfasis en la última frase.
    
    Me avergoncé un poco por si yo había parecido ser como un niño faldero, pendiente de mi padre y corrí para meterme en el agua, transparente, clara, suelo limpio, y ¡zas!, ¡¡¡fría!!! muy fría, pero muy agradable a los pocos segundos de la zambullida. Gaspar me siguió detrás y se echó tan cerca de mí que con su pie me tocó el hombro para hundirme en el agua. Me sorprendió y me hundí y se vino a auxiliarme. Luego con la cabeza fuera del agua todo eran risas. Nadamos un rato y me gustaba ver a Gaspar extendido, nadando y dando brazadas, parecía un escuálido en el océano, y la visión era muy grata. Su culo no era tan redondeado como el mío, pero estaba pronunciado y bien marcados sus músculos al hacer la fuerza de la natación. Fue entonces cuando me fijé en sus brazos, que hasta ese momento no me había percatado de su musculatura y me dio ganas de tocarlo. Me detuve, nadando en el agua sin moverme del sitio y regresó hasta donde yo estaba.
    
    —”Me gustaría tocarte, tocar tus brazos, tu pecho, tu culo y, si me dejas, hasta tu polla”, le dije medio tímido.
    
    —”¿Aquí dentro o fuera?, preguntó.
    
    —”Aquí y ahora; luego viene tu novio y no quisiera ...
«1...345...11»